jueves, 15 de febrero de 2018

Del mismo modo que un asesino,...

Me aturdes, me desconciertas y me obligas a plantearme de nuevo qué quiero. Siempre lo haces.
En eso consiste nuestro juego: hacer pasar el tiempo en brazo ajenos, difuminar el olvido en otros labios, soñarnos y escribir(te).
No sé hasta que punto seriamos capaces de salirnos del guión, de no seguir el patrón ya marcado tantas veces. Cuál es el punto de inflexión o la palabra mágica para darle un giro de 180 grados a todo, o a nada.


Pero no me hagas caso, son sólo pensamientos de media noche, diluidos con recuerdos, felicidad y una extraña nostalgia.






... siempre vuelvo a la escena del crimen, ahí donde fui feliz.