A pesar de toda esta tempestad, hoy, al fondo, podía ver algo parecido a la luz, a unas alas que asomaban en mi espalda reclamándome más que nunca volar. Detrás de mi oreja se han aposentado los recuerdos y me han dado vía libre para sonreír, para darme un respiro, una oportunidad. El mundo ha parado a las siete en punto para recordarme que yo seguía en él, que formaba parte de esta ridícula rutina y que, aun que yo no lo quisiera creer, o no me diera cuenta, habían persona que dependían de mi y mis fuerzas. Y no se por que, quizás ha sido un impulso, un bostezo roto, una mañana fría o una canción demasiado ridícula.. pero ahora, me siento yo de nuevo. Me siento en paz conmigo, y es lo que necesitaba des de hace tanto tiempo...
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