Me gustaría que vieras lo débiles que dejas mis huesos cada vez que los latigas. Me gustaría que vieras en mis lagrimas todas las palabras que se quedan atrapadas en los pliegues de mis labios, pues temen ser escupidas por tu lengua. Ojalá comprendieras esta inestabilidad que me ahoga, que me engulle... Pues para mi es más difícil seguir con todo que dejarlo atrás en un momento de dolor... Si supieras lo cansado que es luchar con tu corazón, martirizarlo para que bombee más fuerte y ver, que él, se queda sin oxígeno, sin nada por lo que latir, sin fuerzas para seguir siendo el motor que haga bailar tus pestañas junto las mías.
Esto que te digo ahora, lo hago, por que sería incapaz de dejarte sin hilo para coserte las heridas una vez te rompiera con mis palabras el abdomen. Supongo que es más fácil dejarlas sobre un folio, y mentirte diciendo que todo está bien, que yo estoy bien, que puedo con todo y más.. Pero verás nunca me había dolido tanto abrir los ojos y ver como de mi cuerpo no salen más caricias para taparte del frío, pero como voy a ayudarte, si el hielo son mis abrazos y mi forma de quererte.
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