Sé que me les. Sé que aún después de tanto tiempo, de tantas palabras rotas que dolían como bofetadas, de tantos medios abrazos y adioses, que al fin y al cabo eran hasta luegos; me les. Hoy te escribo desde una parte de mi que no conocía, desde una parte llena de recuerdos, de momentos, de lirios y lavanda. Hoy escribo desde la parte sincera de mi alma, la que tu, aún con mucho dolor de por medio, conociste mejor que nadie.
Pues verás, recuerdo una vez que hablamos de amor, una de tantas. Tú me contabas que un día, un día cualquiera, te levantaste y no sentiste nada. Nada. Ni dolor, ni rabia, ni amor, nada. Entonces, a partir de ese instante fuiste capaz de mirarla a los ojos y perdonarla. Pues me toca perdonarte y contigo, perdonarme a mi, algo que no hacía desde hace meses. Tengo que reconocerte que me ha costado mucho no sentir frío, no esperarte cada noche en vela, no sentir miedo a que no volvieras, pero ya hace tiempo, que te recuerdo, porque jamás podré dejar de hacerlo, y siento alivio, paz, cariño incondicional por la persona que me amó, y a la que amé durante tanto tiempo, y ta fuertemente.
Hoy te escribo, desde la parte que más te quiere. He dejado a un lado el rencor, los malos momentos que me sumieron en un intenso miedo sin luz. He dejado todo lo que me hería de ti y te doy las gracias. Las gracias por primera vez desde que me siento capaz de mirarte y no romperme en mil pedazos. Te doy las gracias por enseñarme cuando aún era una niña, he crecido sabes? Te doy las gracias por hacerme ver que puedo estar por encima de cualquiera si lo pretendo, que los sueños están para cumplirlos y no para mirarlos desde el altar de lo imposible. Te doy las gracias por hacerme duro el camino y abrazarme en momentos que ni yo lo hubiera hecho. Es cierto que me descolocabas y que, en demasiadas ocasiones, te hubiera mandado al infierno, pero así eramos tu y yo, y te lo agradezco como nunca.
Ahora, alguien me ha dado una segunda oportunidad. Sabes, él me acogió como una huérfana entre sus brazos, me beso todos los puntos cardinales, me abrió las alas y me quitó el miedo a las altura; volví a volar. Hace meses que me veo incapaz de encontrar en otros ojos lo que los suyos me dan, y eso, es gracias a ti. A ti, que fuiste el primero y el único en enseñarme que uno, siempre, siempre, depende del otro. Que hoy por ti, y mañana por mi. Que no debes dudar nunca de ti, que nadie será capaz de darte lo que tu darás.
Por ti, por todos esos días que empezaban en 13, por todas esas palabras que siempre quise decirte. Por todo ese miedo que sentí, miles de veces, cuando te veía marchar. Te perdono. Perdono que me miraras con odio cuando yo, como una niña, buscaba el abrazo fácil. Perdono que me trataras con dureza el final de los domingos, que me clavaras mis palabras entre semana. Te perdono ciegamente así, como te quise.
Por último quiero contarte algo. Desde que todo lo que teníamos entre manos se nos escurrió, no he vuelto a tomar el camino fácil. He luchado cada segundo de mi existencia por lo que quiero, no he dado nada por perdido, he derretido esa barrera que me oprimía y tú deberías hacer lo mismo. Te conozco, las personas no cambian si no hay dolor de por medio, y tú eras una herida andante, una brecha mal sanada, un reclamo de un abrazo. Eras el miedo personificado y la dulzura de lo que puede ser un futuro. Te parecerá igual de extraño de lo que me lo está pareciendo a mi. Yo, un pequeño león dándote un consejo. Protege lo que hay a tu alrededor, envuélvelo en abrazos, los mismo que tu deseaste cada mañana. Prioriza, perdona, alza la voz pero no los descuides, no dejes que el destino, que tu alrededor te convierta en algo, en alguien, que no quieres ser. Debes desobedecer al ejemplo, acunar al que va por debajo de ti, coger el mando de hermano mayor, sólo ese, y sumirte en él como si la vida te fuera en juego. No permitas que la oscuridad que sentiste se propague. Sólo así, sanarás, vivirás y serás feliz.
Te deseo todo lo mejor, porque querido barman, te lo mereces!
Ps. Me gusta el café, he crecido, soy rubia natural, estoy haciendo biologia y mates del científico para meterme en psicología. Estoy queriendo menos pero mucho mejor. Ya no me da miedo la oscuridad pero siguen dándomelo las arañas. Ayer gané un premio al segundo mejor tr de Catalunya. Siguen en cantándome los tacones y fumarme un cigarro en las fiestas. Sigo siendo demasiado imperfecta, pero estoy orgulloso de ello.
https://www.youtube.com/watch?v=jV3uYdAzdr0&feature=youtu.be
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