El me enseñó que para que algo fuera bien no hacía falta ni minutos, ni horas, ni segundos, solo el día a día, un tiempo eterno, algo que no para nunca.
Y aquí estoy, luchando con nuestro tiempo eterno, haciéndole más grande, más perfecto en su imperfección, más flexible, más nuestro, más (mejor) que la eternidad.
Y sabes que? Que ya no me propongo nada más que ver tu sonrisa grabada en mi piel, y que, no por que hoy sea 13 y haga 365 días que nos besamos, pero te prometo que haré de esto algo tan tan tan precioso que los escritores de cuentos de hadas van a pedirnos que nos dejen copiar nuestra historia, tan perfecta con sus más y sus menos, tan real con sus pros y sus contras, tan nuestra, tan tuya y tan mía, tan eterna que me quedo sin palabras.
Gracias, ante todo gracias! <3
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