No hay despedida más triste que cuando desaparece una sonrisa, poco a poco, si prisa. No hay despedida más amarga que las bocanadas de aire, sin palabras, solo aire. No hay adiós más silencioso que el que no se dice y palabras tan sencillas, y tan ciertas, que no se escuchan.
No hay camino si no lo haces, aun que te equivoques. No hay amor si no lo buscas, si no lo cuidas. No hay días grises si el cielo no alberga nubes.
Realmente, solo hay lo que tu decides que haya.
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