miércoles, 27 de marzo de 2013

Al final fuiste tu quien puso el punto.

Esta semana ha llovido un par de veces y en ninguna te he sentido, supongo que es lo normal y lo correcto para ti. Hoy hace un día de esos en los que sabes que se ha esfumado todo junto a la última bocanada de aire que me diste. Se van los recuerdos que guardas en ti con esta niebla, tan densa, tan fría que lo cubre todo..
Y yo te diría que vinieras, que vinieras una vez más, que me abrazaras, que me miraras... pero entiendo, y esta vez me cuesta de creer pero, pero así, lo entiendo, y es por ese motivo por el cual no puedo pedirte nada salvo que seas feliz aquí, allí o donde y con quieras en estas dos eternidades que te quedan.

Arevoir puse..

martes, 26 de marzo de 2013

Quiero ser!


Quiero esconderme del miedo y mirar de una vez los ojos que tiene la luna. 


20-25, 50-55.

Se ha vuelto un vicio eso de esperarte cada mañana entre las 11 y las 12 sentada en mi terraza, con un libro en la mano, observando cada 20 minutos a ver si bajas de ese autobús que viene de la carretera para volverse a ir.
Siento descargas de decepción, de mentiras, incluso de estupidez cada vez que veo como alguien con tu mismo pelo, tus mismas piernas y la manera que tienes de hacerlas andar da un saltito sobre la calle y empieza a caminar hacía esa casa donde yo no estoy y tu no eres.
Pero que se la va hacer, yo aprendo a vivir sin ti, y tu aprendes a vivir con ella. Supongo que era lo que necesitábamos todos. Tu un motivo por el cual marcharte y yo otro para preguntarte "qué sientes ahora".
Al fin y al cabo lo que aprendí contigo se quedará para siempre entre estación y estación, huérfanos esperando el calor de un abrazo, un abrazo que si a mi no me dieron yo no puedo dar.

domingo, 24 de marzo de 2013

Búscame cuando la noche te susurre mi nombre.

Vamos a saciar el vicio de mordernos la piel, de que nuestros poros sean uno. Esconde la ropa bajo la cama que nos falta sitio para pasar este maremoto. Suspira en el óvulo de mi oído, haz que me pierda entre las sábanas. Búscame en tu ombligo pero no esperes dar conmigo.
Acuérdate de la hora, pues para mi el reloj se paro justo en el momento en que me vi desnuda en tus pupilas, tan negras como la noche en la que nos volvimos amantes de las estrellas y del éxtasis que están traen. O quizás ellas son sólo el público de este festín, de este teatro de gemidos que no dejan descansar a los vecinos.

sábado, 23 de marzo de 2013

Olvidar a quien me hacía olvidar el mundo.

Tarea difícil diréis y no sabréis cuanta razón llevaréis. Pero me obligo a hacerlo, a borrarme del calendario todas las fechas que lleven su nombre, a intentar no pasar por las calles donde nos besábamos, a no leerme cuando le decía, que por favor se quedara. Después de 30 días por 7, mi corazón sigue necesitando el oxígeno de sus palabras, la caricia de su mano, el tacto de su piel en mis labios.. Pero eso ya da igual.
Será una tarea difícil, lo sé, lo sé a ciencia a cierta. Pero debo ser sincera, a mi, más que a él que ya no está. Debo tragarme el dolor que causaron tus últimas palabras y el deseo, y quizás también los recuerdos. Sé que me dolerá toda la columna cuando me acuerde de tu sonrisa y del verbo amar, pero merecemos ser amados y no esto, no esto que nos dábamos, no esta lujuria en pequeñas dosis que nos dejaban un poco menos tiernos cada vez que nos la clavábamos en la yugular.
Vete, no te quedes nunca más, vete y no vuelvas, vete para siempre si es lo que quieres, pero no vuelvas nunca, no te atrevas a aparecer de nuevo y hacerme sufrir de esta manera. Tu que sabrás del dolor si no tienes que estar sin ti.
Vete, y que te quieran, y que te hagan feliz, y que te den todo lo que yo no te di nunca, pero no aparezcas nunca más, no te cueles en mis sueños, ni te deslices por mis lágrimas. Te estoy dando la oportunidad de que seas feliz ahora, ahora y siempre. Así que no vuelvas, te lo pido des de la parte que más te quiere, y créeme que sigue siendo todo mi cuerpo. No vuelvas, no vuelvas por favor.
Escribe en tu espalda cuanto me odias, todo lo mal que te lo hice pasar, para recordarte por que no debes volver, no vuelvas, por que yo no puedo estar contigo y ver como se derrumban todos y cada uno de mis sentimientos. Vete por que esta vez te lo estoy pidiendo yo, con las manos que te dejaron caer tantas veces, vete, vete y no aparezcas por aquí. Vete y déjame que avance y no muera poco a poco con tu ausencia de compañía. Por favor vete de una maldita vez de esta mierda de corazón, desaparece con otra, yo que se, piérdete en sus labios y olvídate del camino para regresar a mi. Vete mi a mor joder, vete y no me hagas pasar nunca más una noche como esta...


miércoles, 20 de marzo de 2013

Una mattina.

El chasquido que corre entre tus dedos, el revoloteo de tu lengua bailando un vals con el paladar, la onda de tu cabello despeinado por los suspiros que dejo ir entre la nuca y el corazón..
Y qué eres me preguntas, mientras me lanzas un ancla de dolor a estas palabras, y qué ruta siguen los pies que andan por tu espalda. ¿Es muy complicado seguir el trazo de tus labios sobre mi hombro?
Por que verás, para mi, no hay luz más oscura que esa que me ata cada noche al borde de la cama, no hay gota de oxígeno que sea potable para estos pulmones medio heridos que claman a gritos silenciosos un poco de paz entre tu melodía. Tu melodía.. esa que se cuela entre tus pestañas y se esconde a cada momento entre las esquinas de esta esfera.
Si vivieras entre este desorden rutinario encontrarías la locura en todas las palabras que no llevan tilde, por eso, con tu nombre me guardo de las tormentas y me fundo entre las gotas que dejan caer, como si no quisieran, las nubes, tus ojos, este amor que cada día se clava un poco más en mi, y en todo lo que no soy yo y eres tu.
Pues verás, para mi no hay esperanza más pequeña que la que salvan estos dedos cuando hacen sonar las teclas de tu voz, ni sonrisa más pecadora que la que hay en tu rostro..

Los te quieros sólo los digo por que no se han inventado palabras aun para narrarte, así, en dos segundos, lo que siento por ti, mi amor.



jueves, 7 de marzo de 2013

No te vuelvas a ir, no vuelvas a dejarme sola.

No me pidas que te olvide, pues sería igual que pedirle a un pez que dejara de nadar, a un humano que dejara de vivir, a un corazón que dejara de latir.. No me pidas que te ahogue en un rincón de esos que nadie mira, ni que te esconda en la oscuridad que dejan las mentiras del pasado, sería más fácil para mi robarte el alma y embotellarla para luego bebérmela, y quedarme ebria de ella toda la vida. No te vayas, no me descosas las alas que me hacen caminar lento cuando el tiempo pasa cual el oxígeno por tus venas. No corras cuando el tiempo se haya quedado estancado en las manecillas inertes de un reloj de pared. Ámame  como si este fuese el único motivo por el que tus huellas llevan mi nombre, hazlo, por que si no me sucumbes a un destino casi muerto, a un mar desecho de ilusiones, a unas lágrimas permanentes en el corazón. Quédate  aun que sólo sea para verme bajo la locura que provoca tu ausencia, pero quédate..

Ne me quitte pas


Quien la sigue la consigue!

Tu sonrisa permanece tan intacta como el recuerdo que guardo de ese primer beso bajo la lluvia. La verdad, es que si pudiera odiarte, sería lo primero que haría. Pues verás, terminas conmigo en todos los sentidos, me vuelves tan tuya, tan fuera de lo que soy... Deberían castigarte por hacerme recordar demasiadas veces al día lo que es el calor, sincero, de un abrazo. Creo, y me da igual si estás de acuerdo conmigo o no, pero creo que la luna la construyeron para nosotros, para que la viéramos des de cualquier parte del mundo, para recordarnos, si es que no tenemos suficiente con esta novela, cuanto llegamos a perder por amarnos demasiado. Y sobretodo, cuanto volveríamos, por lo menos yo, a perder a tu lado.
Quizás no lo entiendas, y enredes tus dudas en mis dedos para que las saque a bailar sobre esta pista de hielo que une a nuestros corazón separados por cientos, quizás por miles de segundos; pero a pesar de todas las palabras que nos clavamos en la nuca, hoy, y estoy segura que ayer también, nos volvemos a querer. Quizá menos que antes, quizás diferente, pero quien dice que esta no sea la manera de poseernos. Quien dice que mi felicidad no está escrita en un trocito de aire, de ese que sale de tu cuerpo cuando amas. Y sobretodo, quien dice que no tenemos miles de momentos por delante, dejando atrás, como la lluvia, los que perdimos.