miércoles, 20 de marzo de 2013

Una mattina.

El chasquido que corre entre tus dedos, el revoloteo de tu lengua bailando un vals con el paladar, la onda de tu cabello despeinado por los suspiros que dejo ir entre la nuca y el corazón..
Y qué eres me preguntas, mientras me lanzas un ancla de dolor a estas palabras, y qué ruta siguen los pies que andan por tu espalda. ¿Es muy complicado seguir el trazo de tus labios sobre mi hombro?
Por que verás, para mi, no hay luz más oscura que esa que me ata cada noche al borde de la cama, no hay gota de oxígeno que sea potable para estos pulmones medio heridos que claman a gritos silenciosos un poco de paz entre tu melodía. Tu melodía.. esa que se cuela entre tus pestañas y se esconde a cada momento entre las esquinas de esta esfera.
Si vivieras entre este desorden rutinario encontrarías la locura en todas las palabras que no llevan tilde, por eso, con tu nombre me guardo de las tormentas y me fundo entre las gotas que dejan caer, como si no quisieran, las nubes, tus ojos, este amor que cada día se clava un poco más en mi, y en todo lo que no soy yo y eres tu.
Pues verás, para mi no hay esperanza más pequeña que la que salvan estos dedos cuando hacen sonar las teclas de tu voz, ni sonrisa más pecadora que la que hay en tu rostro..

Los te quieros sólo los digo por que no se han inventado palabras aun para narrarte, así, en dos segundos, lo que siento por ti, mi amor.



No hay comentarios:

Publicar un comentario