Sentía el corazón a 1000, cada una de sus palabras era pura adrenalina en mis venas, cada mirada me producía frenesís, el corazón me bombeaba tan fuerte que sentía que en poco tiempo galoparía hacía fuera y me dejaría vacía de sentimientos.
Volvía a sentir de nuevo y eso me gustaba y más con él, había olvidado mis errores del pasado y estaba creándome de nuevo, con su ayuda me estaba volviendo a sentir viva.
Me perdía, me perdía entre sus letras, entre sus palabras mal dichas, entre sus gestos, entre sus detalles. Me perdía sin querer y eso me encantaba.
Es demasiado pronto para decir te quiero, pero tiempo al tiempo.
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