jueves, 2 de junio de 2011

Necesitaba volver a verte.

Hoy estaba estirada en el suelo, sentía el calor de la tierra, la brisa fresca y suave, el murmullo de la gente...
El sol era más brillante que de costumbre y las nubes tenían un color especial, más blanco, más nítido, más puro...
No lo hice consciente-mente pero mi mente viajó a un lugar que hacía ya tiempo que no visitaba; un prado verde en plena primavera, muchísimas flores y alguna que otra avispa revoloteando a mi alrededor y de repente su voz, una voz que producía tranquilidad, que producía serenidad, fuerza, valor.  Una voz a la que había echado de menos, una voz que hacía 7 años que no escuchaba... 

Soñé despierta, como de costumbre, aun que esta vez me hubiera gustado no salir de ese estado tan real. En 20 minutos había podido contarle todo lo que le necesitaba y lo mucho que le quería, en 20 minutos había tenido tiempo de desahogarme, de aclarar mis ideas y de seguir un rumbo, mi rumbo, el rumbo que tu me había ayudado a seguir. 

Gracias, hacía tiempo que no me sentía tan llena, hacía tiempo que no me relajaba de esta manera. Gracias por aparecer siempre que lo necesito.
T'estimo tiet,. 

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