martes, 28 de febrero de 2012

Que se enteren que me haces tuya!

El arte de dibujar oleadas de sudor en tu piel con un solo movimiento, las ganas convertidas en rocío que caen por todo lo largo de tu espalda.
Los ojos clavados a tu dos pupilas dilatadas por la adrenalina, agarrarte por la nuca mientras me acerco a tu cuello y por un momentos, deslizarme por tu cintura hasta rencontrar el sentido.
Esconderme de tu sonrisa torcida y jugar a quemar tu piel con la mía. Provocar quemaduras de segundo grado como quien tiene la facilidad de conseguir dos mil sonrisas por segundo. Perder el control entre tu ombligo y tu rodilla, y por un momento, perder la noción del tiempo.
Y lo dicho, no espero velas, sólo que me demuestres, en largas carreras, cuanto me deseas.

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