Sabía que esta semana sería 13, pero no quise saber que día.
Quizás fue todo por que así debía ser, pero ayer me terminé tu libro, bueno, mi libro, el que tu me regalaste. Ese que habla de boleros que les faltan versos, ese en el que existe un código de amor, de perdón.
Y debo decirte que he llorado con cada página, con cada recuerdo que me traían esas letras escritas por otro, pero que me calaban tan dentro..
Supongo que, debo aceptarlo ya de una vez. Debo ser consciente de que fui yo quien decidió esto, y que aunque ahora me duela, ya no puedo dar marcha atrás. Pero si pudiera, creo que si pudiera, sólo haría que me conocieras ahora, que fuéramos felices, el mismo tiempo que lo fuimos, pero alargado hasta el infinito que decidí no cumplir.
Y es que soy una continua daga en movimiento, creando cortes brutos en el aire, en mi cuerpo. Y es que te siento tan cerca...
Sólo dime ven, esas fueron tus letras, no las de otro. Esas fueron las palabras más bonitas de todo el libro y las que he repetido en mi cabeza, las que he gritado entre sollozos, y las que no has escuchado..
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