sábado, 21 de abril de 2018

Demasiado sol para un día tan oscuro.

Maldito el día que descubrí a Beret y todo su repertorio de canciones.

¿Porque me mentiste? ¿Porque dijiste que me querías, que querías estar conmigo?¿Porque lo acompañaste de un pero? Pero tengo miedo. ¿Desde cuando eres un cobarde? ¿Desde cuando te sientes cómodo escondido detrás del muro? ¿Desde cuando ni sientes ni padeces? Yo me enamoré de toda esa pasión descontrolada, esas ganas irrevocables de vivir a cualquier precio, de esa fuerza desmedida que podía con todo; pero ya no está. Ya no estás, ni quieres estarlo. Los costes han superado los beneficios. Sí, eso soy yo, un ajuste de cuentas para ti; algo que es mejor no tomar porque las posibilidades de perder son muy altas (según tu).

¿Porque me mentiste? ¿Porque no me dijiste la verdad aunque me doliera?: ya no te quiero, ya no te necesito, esto se ha acabado. ¿Porque no lo hiciste? Hubiera preferido que me rompieras el corazón de una sola vez, que no dejarme hecha añicos y sin instrucciones para recomponerme. Siento una soga en el cuello que  no ahoga lo suficiente como para matar, pero que aprieta lo justo para recordarme que todo este dolor es porque ya no estás.

Solo quiero que todo esto acabe. Quiero arrancarme los sentimientos, los pensamientos, las ganas. Pero sobre todo, quiero deshacerme de la esperanza, guardarla bajo llave en algún cajón viejo y no abrirlo nunca más. La tía me juega una de malas pasadas... Se levanta cada mañana diciéndome que a lo mejor encuentro una nota en el parabrisas de mi coche, cada vez que suena un mensaje me susurra que podrías ser tú, me da fuerzas para contactar contigo con cualquier excusa; pero todo se va a pique. Pues nunca hay notas, ni mensajes tuyos, ni contestaciones parecidas a "en nada nos vemos, cariño".

¿Esto es lo que tú sentiste? Pues dime, ¿qué hiciste? Dime, ¿cómo dejaste de sentir todo este dolor? ¿Qué tengo que hacer? ¿Acostarme con el primero que me prometa el cielo? ¿Llorar hasta quedarme sin fuerzas? ¿Esperarte cada noche en la puerta de mi casa por si vienes? Nunca me enseñaste cómo estar sin ti, y eso, junto al hecho de haber derribado mi muro, es de las cosas más difíciles que he hecho hasta ahora.

Ojalá aparecieras y me dijeras: venga. Solo una vez más, por nosotros. Ojalá me dieras una señal, ojalá dejara de soñarte, ojalá no te quisiera, de verdad. Tengo tantos sitios que enseñarte dentro de mí, tantas cosas nuevas que explicarte, tantos momentos que vivir a tu lado. Pero ya no. Ya no estás.

Después de estas tres semanas de pura agonía, de ansiedad, insomnio y demasiadas lágrimas; sería hipócrita y mentirosa si dijera que ya no te espero. Claro que lo hago, claro que lo haré. Pero ya no se como conectar contigo, y es que a lo mejor el hilo rojo del que siempre hablábamos se ha roto. Debe ser eso. Debe ser que no soy para ti, y viceversa. Debe ser que esto no es amor, porque si así fuera no me dolería tanto, no me anclaría a la miseria más inmensa. Quiero pensar eso. A la mierda con tus  "a lo mejor más adelante", no te quiero más adelante, te quiero ahora y para siempre. Pero ya no estás, ya no te siento y tengo la sensación que la única manera de salir de este pozo es olvidándote. Olvidarlo todo. Olvidarlo siempre.



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