Siento caminos, caminos vacíos pero nuevos y un corazón aturdido que está intentando sacar fuerzas de cada pequeña palabra o cada grande gesto. Está luchando contra esos pies que corren para alejarse de esa manta cada vez más y más y cada vez que encuentra un bote salvavidas hace lo mismo que las 3 últimas veces; dudar en cogerlo.
Y créeme, cuando te estas ahogando y no te quieres salvar, cuando te falta el aire y tienes esa bocanada enfrente de ti, a escasos milímetros de tu boca y tus labios no la inhalan, dudas. Sí, dudas de nuevo.
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