Debo decir que ha sido precioso, todo. Deberías haber estado allí, de echo soñaba con que aparecías entre todas las personas y mientras todo el mundo se preguntaba quien eras a mi se me iluminaba la mirada.
Tenías que haber visto como hacían el amor la gran orquesta y esa bailarina, que apoyaba los pies en el suelo con tanta perfección como lo hizo una vez mi cabeza en tu hombro.
Deberías haber visto la dulce sintonia que envolvía ese teatro,a esa gente, a esos bailarines que eran cisnes y personas y que se prometían amor eterno, como yo también lo hice.
Así que mientras el arte se escurría por mis ojos no dejaba de pensarte ni un momento, ni un segundo de esa obra en la que me hubiera gustado girar mi pequeña cabecita y ver como aplaudías entre esa multitud. Y de mientras, de mientras que te pensaba y te recordaba como si nada, pensaba en que decirte, en como aparecer de nuevo, en como huir, en como amarte, en como amarnos, pero soy incapaz de hacerlo... No puedo, yo no tengo fuerzas, y me sorprende que aun te queden a ti.
La verdad, es que cuando ha terminado todo, toda esa música, y ese tango entre el amor y la magia he imaginado que de repente volvía a llamar orange, que te encontraba tras muchísimas miradas, aun que para mi eran ínfimas, ya que la tuya era luz, tu luz, mi luz; nuestra luz. Que me mirabas, que te miraba y que esta vez sin más palabras nos abrazábamos y lo callábamos todo con un beso.
Te garantizo que habrá épocas difíciles, te garantizo que en algún momento alguno de los dos o los dos querremos dejarlo todo pero también te garantizo que si no te pido que seas mías me arrepentiré el resto de mi vida, por que se en lo más profundo de mi ser, que estas echa para mi...
No hay comentarios:
Publicar un comentario