No me gusta reconocerlo

pero donde hubo fuego, quedan cenizas! 

Bonito 13!

Ojalá pudiera parar el tiempo en el momento justo, ojalá fuera capaz de guardar en mi mente tu mejor sonrisa, ojalá tuviera la capacidad de no poner cara de tonta al recibir una de tus sorpresas... pero es que no puedo, es inevitable, me cuesta dejar de sonreír, mis ojos no paran de brillar y puede que mis mejillas cojan un color rosado, pero sabes que? Me encanta sentirme así!
Me gusta saber que aun que no este contigo, mi recuerdo siempre está cerca de ti, que por tu mente siempre pasan ideas de esas para hacerme sonreír. Que sin querer te estas prendando de mi. Me gusta saber que me quieres y que te esfuerzas por demostrármelo y sabes que? Que no es la primera vez que lo consigues.
Gracias, gracias de nuevo, no sólo por tus grandes detalles si no también por tus grandes palabras, sé que crees que mientras me hablas no te oigo, pero créeme te escucho más de lo que crees.
Sé que no es la primera vez que te lo digo, también sé que no será la última, así que déjame repetirte las veces que haga falta que te quiero y que si encontrara las palabras exactas para expresar todo lo que siento, no dudes, las escribiría pero sería demasiado fácil no crees? Es mejor así, buscar una comparación, una metáfora... Es mejor encerrar en un te quiero todas y cada una de ellas!

Solo...

Únicamente, solamente, prométeme; que será diferente al resto, ni mejor, ni peor, simplemente, diferente, que nuestra única rutina sea vernos cada día, para acercarme a tu oído y susurrarte cuanto te quiero.

Pararía el tiempo antes de que empezara de nuevo la rutina, ya sabes el por que...

No me gustaban los silencios, por muy bonitos que fueran, empezaba a odiarlos, prefería aprovechar cada momento con una sonrisa, dejar las palabras calladas a un lado y empezar a hablar por los codos hasta estallar en una carcajada.
No me gustaba verte quieto, sin ver esos dientes blancos que, ahora estaban escondidos por esos labios que a veces juegan a tentarme. Odio despedirme rápido, necesito mis 10 minutos para hacerme la idea de que te vas y afrontar que no vas a volver hasta mañana.
No me gusta que me hagan pensar, que me pregunten por mis miedos que no son pocos, pero que se me olvidan cuando estoy contigo. No quiero darles un papel protagonista en esta historia, tampoco un secundario, tan sólo quiero que sean como mis pensamientos fugaces, esos que en un abrir y cerrar de ojos ya han desaparecido, esos de los que ni te acuerdas del contenido.
No se, me gustaría hablar de amor otra vez, pero me han dicho que esta buena vida de sentimientos terminará en unas semanas, así que hazte la idea pequeño corazón, por que esto te va a costar más de lo que tu te crees...

Se me olvidaba repetirme con un te quiero. 

SE VE

QUE LA ORIGINALIDAD BRILLA POR SU AUSENCIA! 

Que por que te quiero?

Pues no lo sé muy bien la verdad, no sé si es por tu mirada del color de la esperanza, por tu pequeña nariz o por tus labios irresistibles. No sé si es por tus brazos que me abrazan cuando más lo necesito o por tus manos que me dan calor en mis noches más frías. No sé si es por la manera en que me hablas, esa manera que me hace sentir llena y me aleja de todos los problemas y preocupaciones, no sé si es por la intensidad de tus besos o por la facilidad que tienes para sacarme una tímida sonrisa.
Sinceramente no sé por que te quiero, pero sé que no tengo pensado dejar de hacerlo! 

Dejame leerte en braile!

Déjame besar cada una de tus esquinas, déjame que desestabilice tus esquemas, que te queme, que te haga volar. Déjame jugar a morderte, a reírme entre suspiros, a buscar tu mirada en la oscuridad. Déjame hacerte feliz con un par de detalles, déjame que  te enseñe el infinito y todos sus atajos. Déjame leerte en braile, rozarte sin querer evitarlo y terminar así, mano con mano, pecho con pecho, labios entrecruzados y escuchar el son de dos corazones desbocados por un ganas de ti! 

Puede que sin querer me haya enamorado!

La gente se acostumbra demasiado rápido a lo bueno y yo, no he sido una excepción.

Puede que me haya acostumbrado demasiado rápido a ver tu sonrisa las 24 horas del día y saberme de memoria la forma de tus labios. Puede que sin querer me haya prendado de tu aroma y de que tú, sólo tú, hayas conseguido hacer de un hábito tan simple como lavarse los dientes un juego. Puede que me gustara demasiado eso de que me hicieras suspirar y estremecer. Puede que me estuviera aficionando a los silencios que escondían grandes palabras y a las charlas que guardaban grandes consejos. Puede que hoy no quisiera verte partir con una maleta en cada mano y saber que a partir de ahora todo volvería a depender de horarios y vías de tren.

Puede que ahora me este muriendo por no haber aprovechado lo suficiente todos y cada uno de los momentos que me has dejado compartir contigo. Puede que me gustara descargar adrenalina contigo, que me gustara verte feliz, que me gustara sentirme protegida entre tus brazos. Puede que en mis momentos de debilidad siguiera sin expresarme bien, que hubiera necesitado un papel y un lápiz para ponerte todo lo que sentía y aun así, tan sólo hubiera podido escribir un sincero te quiero.

Puede que necesite tiempo para girar la tortilla y creerme que estoy por encima de todos pero estoy segura, que tú me vas a esperar y a ayudar.

Puede que ya no me apetezca dormir en mi cama, puede que necesite sentarme a almorzar a tu lado, verte despeinado y acariciarte la mejilla. Puede que eche de menos los momentos en los que me hacías reír como una niña y los momentos en los que me has hecho sentir tu mujer. Puede que me gustara verte asustado, puede que sintiera que el corazón se quebraba al escuchar lo que esperabas de mí. Puede que te quiera demasiado y esta sea mi realidad.

Puede que ahora mismo al recordar sonría y me emocione, puede que necesite una sobrecarga de tu presencia. 

Y es que tienen toda la razón, la gente se acostumbra demasiado rápido a lo bueno, al igual que yo me he acostumbrado demasiado rápido a ti!

Sabeis que? Estoy por encima!

Lo sé, soy una cabra loca. Muchas veces oigo lo que me dicen pero no me paro a escuchar. Normalmente los consejos que me dan me entran por una oreja y, como si fuera una carretera de dirección única, me salen por la otra, pero puedo prometer que el otro día, esa carretera encontró un desvío.

No sé si fue por quien me lo dijo o porque me pare a escucharle con el corazón, no sé si fue por la claridad y la sinceridad de sus palabras o por la intensidad con la que las decía pero me han ayudado, quizás más de lo que piensa el que me las recitó.

“Estás por encima de ellos, créetelo, tienes motivos!” 

Por encima? Por encima de quien pensé. Que me lo crea? Qué motivos tengo para hacerlo y entonces sin querer me di cuenta de lo que quería decirme, entendí sus palabras al igual que entiendo sus besos.

Por encima de quien? 

Pues de toda esa gente que no te quiere, de todos esos que hablan por hablar con la única finalidad de hacer daño. Por encima de gente superficial y de todos esos que ni te van ni te vienen. Por encima de las lagrima y de las comeduras de cabezas que te dan todos ellos.

Que quieres que me crea? 

Creete que no eres perfecta y que debes estar orgulloso de ello, que así con tus imperfecciones te haces única y  la gente que de verdad te quiere, todos esos que te ayudan, que se volcán en ti y te hacen grande te quieren así, llena de matices que hace falta pulir. Créete que vales oro, aun que sólo valgas duros, créete que lo tienes todo controlado aun que sin querer se te escape un poco de las manos, créete lo que eres, quien eres. Créete a ti misma.

Qué motivos tengo? 

Esa última pregunta fue más complicada y le miré con dos ojos llenos de dudas, con dos pupilas a punto de superar su límite, le miré en busca de respuestas. “Eres rubia, con ojos azules, tienes a tus amigas que te quieren, una familia que te apoya y a mi”

Y que más quiero pensé, lo tenía todo, todo lo necesario para ser feliz. Tenía unas amigas envidiables, que siempre me habían ayudado, que creían y confiaban en mí, que pondrían la mano al fuego por mis palabras, que me hacían reír y que me querían.

Tenía una familia que se preocupaba, que me apoyaba, que me aconsejaba, que me había enseñado todos y cada uno de los valores que se han de tener, que me protegía y, que de nuevo, me querían.

Y le tenía a él, mi pilar de mármol que me había enseñado esto, me había mirado con sus ojos verdes y me había mostrado lo que realmente debía hacer, me había enseñado el camino una vez más. Me había prometido una eternidad entera y toda una vida para poder ser la persona más imperfecta del mundo.

Post scriptum: Me gustaría darte las gracias de nuevo, aun que se que no las vas a aceptar. Sólo quiero que cuando me veas mañana, me mires y veas a alguien que está por encima de todos, por encima a comentarios de gente que realmente no buscan mi felicidad. Quiero que me mires y veas a alguien capaz de darle la vuelta al mundo con un par de palabras, quiero que me mires y que puedas apreciar que el resultado de todo esto, es sólo gracias a ti, por haberme enseñado una vez más como salir de una ruleta de la cual no todo el mundo puede escapar. 

Te quiero… te quiero más de lo que puedo depender de ti!

6 dias - 24 horas!

Que te quede claro que no quiero ni una mañana más si al abrir los ojos no veo tu rostro, ten en cuenta que no quiero ni un solo atardecer más si tú no estás allí para hacerme contar las estrellas, ya no quiero poder ver los mejores amaneceres si tu no me das la mano cuando pueda presenciarlos.

Que te quede claro que ya no quiero pasearme en mi coche descapotable de color rojo si tu no ocupas el asiento de al lado, no quiero que se detenga el tiempo si tú no te detienes conmigo. Ya no consentiré escuchar otras palabras que no sean las tuyas, ni mirar otros ojos, ni otra sonrisa, ni a nadie que no seas tú.

Que te quede claro que ya no quiero un mundo para mi si tú no estás en él, no quiero ir a la luna si tu no me apagas el sol y siendo sincera, no quiero un minuto en estos 6 días en que pueda sentirte lejos de mi! 

A lo que yo llamo amor

Yo llamo amor al valor, a la sinceridad, a la confianza, a los celos, al miedo. Yo llamo amor a las sonrisas, a las miradas, a los abrazos, a los besos. Yo llamo amor a los detalles, a los actos, a los diálogos, a las canciones. Yo llamo amor a los minutos que estoy contigo y a los que paso recordándote, a las tardes pegada al teléfono escuchando una simple voz, a las sorpresas fallidas y a las que producen momentos de shock. Yo llamo amor a las pérdidas de tiempo y de noción, al lenguaje en clave que sólo tú y yo sabemos. Yo llamo amor al nudo que siento cuando pienso en Setiembre, a la inspiración que me produces, a los versos que te hago escribir. Yo llamo amor a lo que tú me haces sentir, a lo que nadie me ha hecho percibir antes de que tú apareciera, yo llamo amor a tu nombre y a nuestras manos entrelazadas, yo llamo amor a miles de cosas que para la gente son simples palabras del diccionario. 

Reflejos del interior

Que como me sentí? Pues fue como una explosión en el estomago, algo que me rompía por dentro, fue como si me cortaran todas las extremidades y me desgarraran el corazón. Sentía un nudo en la boca del estomago gritando en silencio, las lagrimas que hubiera podido llorar tan solo hubieran reflejado el impacto de esa bomba en mi interior.
Miedo, miedo a que me volviera a sentir así y sí, era una egoísta y solo pensaba en mi bienestar y en como lo iba  a pasar si mis pesadillas se cumplían, no quería seguir dándole vueltas al tema, no quería pensar en lo impensable ni crear los actos de una película que ni siquiera existía pero era inevitable.
Que si confío en él? Claro que que confiaba en él, confiaba en sus palabras por que sabía que eran sinceras, confiaba en él por que me entendía pero aun así, aun que él crea entenderme no podrá hacerlo al 100%, no ahora. Confiaba, confío y confiaré en él, pase lo que pase, pero sólo te pido que no vuelvas a tirar uno de esos torpedos en mi interior!

Post scriptum: Estoy bien, no tengo miedo, bueno un poco, pero creo que es un miedo sano, es el miedo a perderte y a no tenerte cerca, te quiero, te quiero como nunca lo he echo y como nunca lo haré, confío en tu palabra y en tus actos, así que no me falles, por que yo nunca lo haría contigo!

Maldita impotencia como dueles! 

"¿Quién [...]?. Yo no"

¿Quién creía en supersticiones? ¿Quién habló de la mala suerte; quién la temía? ¿Quién puso en manos de un número aquello cuanto quería, y, no confió en si mismo para no depender de éste? ¿Qué necio, es capaz de basar todo en un simple acto, dejando de lado tantos ínfimos, pero al fin y al cabo, detalles? ¿Quién dijo que sorpresas sencillas son ordinarias? ¿Quién no apostó por ésto? Seguramente aquél que lo hizo, no siente lo que yo, porque cambiaría radicalmente todo cuánto piensa; pues mi suerte no radica en un número, ni en la opinión de otros, sino, en pequeños detalles, en hacer de cada día, un nuevo mundo de sensaciones, de nuevas sorpresas, de nuevas palabras, pues éstas cambian dependiendo del sentimiento que expresan, por lo que, permíteme inventar a tu lado miles de vocablos, para acercarnos, cada vez más, a aquello cuanto sentimos. Por eso y por todo, mi suerte, nuestra suerte, no radica en un número; sino en nosotros.

Si caes en 13, ganas!

- A que estamos jugando?

· Yo a quererte cada día más, a sentir los latidos de tu corazón cerca de mi pecho, a erizar mi vello con tu respirar, yo estoy jugando a valorar todos y cada uno de los segundo que paso a tu lado, juego a abrazarte y a sentir una sensación nueva en  cada momento. Juego a necesitar cada vez más de ti, juego a aprender contigo y a volar cerca del suelo, juego a reírme como una tonta cuando apareces de sorpresa, juego a necesitarte sin un por que, juego a recordarte cuando no te tengo, a sentirme incompleta sin tu presencia. Juego a entregarme a ti, juego con fuego y me gusta quemarme y que te quemes, juego a enamorarme y hacerme mejor persona a tu lado. 

No se si te das cuenta, pero este es un juego del cual ya no puedo salir, es una pequeña ruleta de la cual es imposible escapar. Si juegas bien, cada día recibes más, sientes más, quieres más y dependes más del otro jugador. 

Estás preparado para seguir conmigo este largo juego, al que yo llamo enamorarse?

- Si caigo en 13 gano?

· Caigas en la casilla que caigas ya te estas ganando mi corazón pequeño!

Sólo nos alumbraba la luz tenue de la luna...

No saben lo que se pierden, no sabrán jamás lo que se siente al estar al lado de esa persona, sentir su calor, sentir como late su corazón, sentir su respiración cerca del cuello y quererlo, quererlo de tal manera que parezca que el corazón se vaya a desbocar al simple roce con sus labios!

El descontrol es proporcional al éxtasis que te haga sentir una persona! 

Si el se va, ella se marchaba con el!

Ya no quería príncipes azules, no quería chicos que le prometieran la luna ni las estrellas, no quería alguien que le regalara miles de flores y una caja de bombones. Ella ya no buscaba un rato divertido, se había enamorado, sí, ella sabía que la palabra enamorar era una palabra muy grande, en todos los sentidos, pero ella lo sentía así. Ya no se resistía, era débil a todas sus caricias, sentía debilidad por sus labios y su mirada la alejaba del mundo. Ella se había vuelto adicta a los besos por el cuello, necesitaba su voz para poder hacer salir sus palabras. Odiaba los “te veo mañana” quería cambiarlos por un “¿esta noche volvemos a dormir juntos?”, le costaba dejarle ir.

Era tan grande y tan fuerte lo que sentía que le costaba expresarse, a veces le costaba empezar, no sabía que palabras eran las más adecuadas, cuales tenían un significado más parecido a lo que sentía y es que ya no encontraba palabras, sólo podía expresarse con hechos, con besos lentos para decirle que le quería, que le necesitaba, que dependía de él más de lo que él creía. Con esos besos quería decirle que ya no se imaginaba un mañana sin sus bromas, sin sus detalles, quería decirle que si él se iba ella marchaba con él.

Yo creo, que ella tan solo quiere decirle que no quiere que esto acabe, que el la esta marcando a fuego lento, esta dejando marca en su piel, esta gravando sus letras en su alma. Sin el, sin lo que le hace sentir ya no se ve con la misma sonrisa que alumbra hoy su rostro y es que no hay más, le quiere, yo se que ella le quiere, le quiere de tal forma que la palabra enamorada se queda corta!

CREEME, SIN DROGAS TAMBIÉN SE PUEDE VOLAR

Y dejé que caminara, perdí el miedo, perdí la noción del tiempo y del espacio, perdí de vista sus dos ojos verdes y me apoyé en su hombro para liberar mis suspiros. Cada vez sentía más cerca ese “tengo ganas de ti”, cada vez era más frecuente y ¿sabes qué? Que no me avergüenzo de sentirlo así.

Nunca había estado tan segura de querer entregarme a alguien de todas las maneras posibles, nunca había sentido la necesidad de sentir a alguien cada vez más cerca, nunca había querido depender de alguien una eternidad entera.

Supongo que si pudiera llorar de placer, ayer hubiera ahogado con mis lágrimas al mismísimo mar.

Las cosas cambian

No siempre late el corazón!