No me gustaba verte quieto, sin ver esos dientes blancos que, ahora estaban escondidos por esos labios que a veces juegan a tentarme. Odio despedirme rápido, necesito mis 10 minutos para hacerme la idea de que te vas y afrontar que no vas a volver hasta mañana.
No me gusta que me hagan pensar, que me pregunten por mis miedos que no son pocos, pero que se me olvidan cuando estoy contigo. No quiero darles un papel protagonista en esta historia, tampoco un secundario, tan sólo quiero que sean como mis pensamientos fugaces, esos que en un abrir y cerrar de ojos ya han desaparecido, esos de los que ni te acuerdas del contenido.
No se, me gustaría hablar de amor otra vez, pero me han dicho que esta buena vida de sentimientos
Se me olvidaba repetirme con un te quiero.
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