Hablaba con tu silencio y con tus manos que no me abrazaban hoy. Hablaba con el tango que bailaba tu lengua o con la media sonrisa que percibía detrás de mi oreja.
Te hablaba de días, de horas, de fechas, de historia, de Finlandia, de promesas.. Te hablaba de amor, y te repetía que cuando se habla de él, demasiado es todavía poco.
Y no me daba miedo prometerte amor, amor eterno, con todo lo que eso conllevase. No tenía miedo a firmar un contrato y que al pasar los años me olvidase de lo que ponía detrás del punto y final. No, no tenía miedo, porque sabía todo lo que quería, y como tu dijiste lo que no quería, y se que, no tenerte en mi historia es algo que no quiero, así que sí, yo te juro amor sin fin!
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