Sabes, muy bien no recuerdo como fue nuestro primer beso... No recuerdo si antes te miré a los ojos ni si nuestras narices se rozaron. No recuerdo si encontré la posición exacta en los que mis labios se acomodasen en los tuyos ni si llevaba un ritmo lento.
No recuerdo si besé con mucha intensidad o si quizás lo hice jugando con mi lengua, pero, lo que si recuerdo fue la primera vez que me dijiste te quiero. Es una de esas cosas que cuestan de olvidar, como cuando consigues el cromo que te queda para terminar la colección, como cuando sacas tu primer sobresaliente, como cuando amas por primera vez. Yo no puedo olvidar lo que me dijiste entre beso y beso, en medio de una pequeña montaña, no olvidaré jamás como me miraste y como me susurraste que me querías. Tampoco olvidaré que mi única respuesta fue otro beso, largo, lento, con los sentimientos a flor de mis labios. Con deseo y con esperanzas.
Y ahora, después de un par de meses, aun te atreves a preguntar que por que no tenemos nadie delante?
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