Déjame repetirme, déjame volver a decirte lo mucho que te quiero, lo mucho que me gusta tu sonrisa, tus labios, tus ojos, tu pelo, tus caricias, tus besos, tu mirada, tus detalles, las sorpresas que nunca haces pero que planeas, las que sí que haces, los monólogos, los diálogos, levantarme una hora antes de lo previsto, sólo para hablar contigo, las mañanas paseando, las tardes a tu lado y las noches sin dormir.
Deja que vuelva a decirte que no puedo, no sin ti. Deja que vuelva al principio para volver a sentir la sensación de rozar tus labios por primera vez, deja que vuelva a decirte que, vamos a darle un giro de 180º a latípica forma de pensar, a lo típico, a lo que todos creen, a lo que se supone que deberíamos hacer como pareja, pues bien, deja que me reitere al decirte que todo depende de un tu y yo, y las opiniones o posibles ideas de demás gente, de como encarar según qué cosas, son ruido, humo. Niebla que solo tu y yo podemos hacer que amaine.
Deja que vuelva a decirte que no puedo, no sin ti. Deja que vuelva al principio para volver a sentir la sensación de rozar tus labios por primera vez, deja que vuelva a decirte que, vamos a darle un giro de 180º a la
Así que ves, y cuéntales que, aunque a veces nos gustaría hacer lo que hace todo el mundo, vamos más allá, un paso por delante, un grado por encima del resto, tenemos un pilar que ellos no tienen, aunque así lo crean; la confianza. Pues, confianza no es probar todo el kamasutra sin tabúes, ni prometer habladurías. Confianza es poder mirarte a los ojos e intentar resumirte en diez minutos todo cuanto siento al tenerte cerca, para así, hacer desvanecer todos tus miedos. Confianza es decirte que no llegará el día en que me canse de iluminar tus ojos, y cumplirlo, cumplirlo y demostrar que así será y confiar en ello.
Así que pequeña, déjame repetirme otra vez y decirte que te quiero, que no temas por nada, pues no pienso alejarme de ti, salvo por obligación, que no tengas miedos, pues no me veo besando otros labios que no sean los tuyos, ni escuchando un te quiero que no salga de tu boca, sonaría tan y tan diferente... Te prometo que no te miento, que soy incapaz de hacerlo, que tampoco lo hago cuando te digo lo mucho que te extraño si estas lejos...
Te prometo que tus miedos no son más que fruto de la nostalgia.
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