Déjame explicarte que sin tus sonrisas se me cae el mundo encima, déjame contarte que tus ojos son mi única religión. Voy a confesarme, y le voy a gritar al mundo entero que eres el verdadero sinónimo de felicidad, que las horas se quedan cortas, los días parecen tener un par de minutos cuando estoy a tu lado, y el mundo, el mundo debe saber que eres mi fuerza, mi sonrisa, mi voz; mi corazón.
Y mírame, con esos ojos de caramelo, mírame, abrázame, sorprenderme con uno de tus besos, elevame hasta el cielo, déjame que te vuelva a repetir que estas presente es todos mis sueños, que no hay día que no maldiga a la distancia, y que te quiero. Que dependo de ti al igual que del aire para respirar, que te necesito más que el sol a la luna, más que el mar a la tierra, mucho más que lo hizo Eva de Adán.
Déjame explicarte de nuevo, que estoy enamorada de ti, que quizás nunca me había sentido tan llena como ahora, que no veo nubes en nuestro cielo, y si están, crearemos un fuerte viento para se aparten.
No se como esconder las ganas de flotar cuando tu piel roza la mía, cuando tus labios se cosen a los míos, cuando tus dedos se vuelven seda y me hacen estremecer.
Y sí, quiero una casa, me da igual si es grande o pequeña, si tiene una habitación o dos, me da igual, ya no me importa saber si tendremos un piano de cola en el comedor, un perro blanco y otro negro, o si los cactus sobrevivirán mucho tiempo sin agua; sólo se que quiero despertarme cada mañana y besarte, sentarme en el sofá junto a ti una humilde tarde de domingo o simplemente escuchar como te cae el agua de la ducha.
Por que esto si son promesas, ideas con fondo y sentimientos y cuantos creen ser especiales y son uno más de ese río que va lleno, lleno de palabras sin contenido, lleno de promesas a medio terminio, lleno de regalos interesados, de besos codiciosos, de falsas esperanzas. Y me gusta ver como tu y yo observamos ese río des de fuera y nos prometemos amor eterno, amor sin fin, amor verdadero; o simplemente ser igual des de el principio hasta el final, conservar la magia y la confianza que muchos pierden, llenar al otro al 100%, colmarte de sonrisas inesperadas y poder llegar a un punto, si no hemos llegado ya, en que la dependencia de el uno hacia el otro es tan grande, que asuste. Casi imposible de imaginar, casi como el universo, la galaxia, el cielo, el mar, casi como todos los granos de arena de la playa y las nubes del cielo. Casi como todo lo siento y callo.
Te siento cerca, por que eres la luna recuerdas? No siempre se ve, pero siempre podemos ver un poco de su luz, esa que nos alumbra en el camino oscuro.
Agárrame hasta el final del mundo, ámame como nunca lo has echo con nadie, prometerme que volveré a escuchar un te quiero de tus labios y por último, no dejes de brillar, no dejes de ser quien eres, mi mitad, mi pequeña burbuja, esa que nunca va a explotar
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