jueves, 6 de octubre de 2011

Y tu no avanzas...

Todo va demasiado lento, los días se hacen eternos, los segundos son pausas en el viento. No veo el camino iluminado por la luz, ni el mar resplandeciente con ese cielo azul. 
Yo, que siempre he tenido las riendas de la vida por las manos, o al menos eso creía, estoy notando como todo me pesa demasiado, como una pluma se convierte en una pequeña pieza de plomo. 
Supongo que esto es una época, que empieza y termina, como todas las demás. Y odio ser impaciente porque no me gusta esto de esperar. 
El corazón se vuelve intangible por momentos, casi transparente, necesita vida, risas de esas que lleva días sin sentir, y no sé como va esto de sentirse indiferente, así que vuelve ya por que necesito mi otra mitad. 

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