Ese día llevaba las uñas de un color rojo, solo rojo, ni pasión, ni amor, ni nada, solo un color rojo. Recuerdo que reí un montón, la risa es una de las cosas que aún no he conseguido archivar en la carpeta de "solo un momento más". Recuerdo también que me engañaste para sorprenderme con un telón y muchas butacas; hace mucho que no voy al teatro. La última vez fui de tu mano, así que... De todas maneras no he pensado en volver en todo este tiempo. El simple echo de pensar en aplaudir, en quedarme boquiabierta con los diálogos... me recuerda a ti. Y que no me recuerda a ti? Espero que envolver cajas me ayude, en la nueva casa no habrá rincones donde hacíamos el amor, ni sitios en los que me dijiste "que... " Sin embargo no está lejos de esa enorme estructura llena de pequeños fragmentos de lo que fue nuestra historia. Lo peor de la mudanza ha sido abrir todas y cada una de tus cartas, las tengo todas, y sí, nadie me obligo a leerlas y llorar con cada pequeña palabra, nadie me obligo a recordarte y llorar frente al espejo preguntándome si de veras había echo bien, si ya habías re echo tu vida, si me echabas de menos, si aparecerías alguna día sin yo saberlo, como hacíamos antes, antes... retumbaba tan fuerte en mi mente.
No conseguí tirar ni una maldita carta, bueno, una sí, la ante penúltima, no me preguntes por que esa y no la de hace 5 meses atrás, o la que me perdonabas, o en la que me pedías perdón. Simplemente era esa. La que me encontré cerca de tu cama ese día junto a un montón de rosas y un gran bol de leche con cola - cao, pero que solo le diera color a la leche, nada de sabor. Supongo que leer que tenía, en presente, todo preparado para cuando me levantara me abrumó demasiado, me golpeó la idea de que no volvería a hacerlo nunca más, aunque yo dijera que sabía que alguna vez volveríamos a vernos. Fue demasiada la idea, y aunque rota evitaría poder volver a leerla, se me encallaban todo lo que fuimos y lo que somos ahora, nada.
Me pregunto si alguna vez me lees, si eres igual de masoca que yo y sigues guardando mis notas de voz en tu gran htc para oírlas y romper a llorar cuando ya crees tenerlo todo superado. Me pregunto si aún guardas nuestra primera caja, y si algún día albergas la esperanza de volver a tener un joyero rosa junto a una pequeña caja de colonia de imitación. No lose, y creo que no llegaré a saberlo nunca.
Sabes, ahora me doy cuenta de que tenias razón, lo nuestro no radica en los números, el dolor lo siento cada día sea 13, 4, 26... Madre mía, te echo más de menos de lo que mi corazón y razón creían. Te sueño, te sueño casi cada vez que me acuerdo del sueño y siempre me fallo a la promesa de "ya no le volveré a escribir más", como ahora. Que hubiera sido de nosotros ahora, una cosa esta clara, Nora ya no sería tu amiga, más que nada sería un ella o yo jajajaja
Supongo que al tener en frente la foto de la boda, esa que a mi me gusta como sales tu y a ti te gusta como salgo yo, me han inundado los recuerdos, como de costumbre.
No encuentro palabras para dejar de escribir, no lo se, supongo que estoy escribiendo sin métrica, sin cura, sin tener en cuenta lo que he dicho antes, pero estoy escribiendo des de lo más profundo de mi alma, des de la parte que más te echa de menos, que más te quiere, así que haré como tu y terminaré esto con un "claro, sencilla y directo" (no recuerdo si era así, no quiero buscar tus palabras de nuevo, hoy no más) te echo de menos, tanto, que si me dieras la mano de nuevo te la mordería.
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