No se si estoy tomando la decisión de terminar con mis fuerzas, las pocas que he recuperado en este tiempo. No se si estoy haciendo bien o cuando menos me lo espere empezaré de nuevo a tener que hacerme la idea de olvidarte, de dejar de quererte. Y es que sigo diciendo que no puedes aparecer de la nada, con tu sonrisa (y la mía) como escusa y no marcharte hasta que ya has destruido todo ese gran muro que mi mente guardaba para ti.
No puedes aparecer y soltar por esa estúpida boca que no vienes a recriminarme nada ni a echarnos piedras el uno al otro, no puedes, por que entonces es cuando me quiebras, me destruyes, me derrites... No puedes aparecer y marcharte con un abrazo y un hasta luego, hasta
No puedes, ojalá no pudieras... Ojalá tuviera las fuerzas suficientes para mentirte y decirte mientras miro tus ojos que te vayas, que te he olvidado ya, que yo también me tiré a alguien en un lavabo y que lo disfruté muchísimo, pero ya ves, sería incapaz de decirte o de mentirte con estas palabras por más que quisiera.
Me gustaría no haber cogido el teléfono, mejor dicho, me gustaría tener mis pensamientos ordenados, saber si es contigo o sin ti, saber que y a quien quiero querer, saber si destruirte o destruirme.
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