martes, 1 de noviembre de 2011

No es por ti, es por mí, que no puedo si estás lejos.

Cuando la única distancia que nos separa, son los suspiros de tu boca, cuando el corazón empieza a ser una pequeña cárcel para aquello que siento y comienza a agrietarse, poco a poco, para poder gritar y dejar salir lo mucho que te quiero, cuando veo brotar pequeñas perlas de tus ojos y caer por tus mejillas, algo, dentro de mi, me dice que necesito una vida, dos eternidades, todo el tiempo del mundo, todo el que me concedas, para poder volver a mirarte a los ojos, erizar cada poro de tu piel, callar unos segundos, dar voces en silencio sobre lo mucho que deseo miles de momentos, buenos y malos, a tu lado, dejar fluir la magia, una vez más, y volver a repetirte que, volver a susurrarte que; te amo.

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