miércoles, 30 de noviembre de 2011
martes, 29 de noviembre de 2011
Esta claro que...
si no conservas algo, termina por escaparsete de las manos.
Que si te ciegas en un solo objetivo vas a olvidar a los que realmente te guían.
A ti, lo primero que se te escapa es la amistad, y simplemente la estas perdiendo por un amor que no consta de 4 letras.
Que si te ciegas en un solo objetivo vas a olvidar a los que realmente te guían.
A ti, lo primero que se te escapa es la amistad, y simplemente la estas perdiendo por un amor que no consta de 4 letras.
domingo, 27 de noviembre de 2011
Una tras otra y con el corazón sin un rasguño.
Ella ahogaba sus penas entre cigarrillo y cigarrillo mientras el se dedicaba a buscar nuevas sonrisas en el bar que hacía esquina.
El humo que salia de su boca hacía formas descaradas de los recuerdos que aun tenia en el corazón. No hablaba con nadie, salvo con las botellas que le prometían que sería capaz de olvidar con un poco de hielo y otro cigarro en la boca, manchándole los labios que un día habían sido besados por ese hombre de ojos claros que hacía diez minutos había cogido sus maletas y había salido por la puerta.
Las lagrimas caían desconsoladas sobre la almohada donde un día se habían prometido amor eterno, entre muchas otras promesas.
El, con sus ojos claros bañados en glicerina, piensa en pedirle perdón, pero lo cierto es que no se arrepiente de lo que ha echo, seguiría mintiéndole si ella no se hubiera dado cuenta de la marca de pintalabios sobre su camisa blanca.
Se enciende otro cigarro y pide lo de cada viernes, un Licor43 con lima. Mira hacía la izquierda y visualiza a la próxima mujer a la que le va a partir el corazón en mil pedazos.
El humo que salia de su boca hacía formas descaradas de los recuerdos que aun tenia en el corazón. No hablaba con nadie, salvo con las botellas que le prometían que sería capaz de olvidar con un poco de hielo y otro cigarro en la boca, manchándole los labios que un día habían sido besados por ese hombre de ojos claros que hacía diez minutos había cogido sus maletas y había salido por la puerta.
Las lagrimas caían desconsoladas sobre la almohada donde un día se habían prometido amor eterno, entre muchas otras promesas.
El, con sus ojos claros bañados en glicerina, piensa en pedirle perdón, pero lo cierto es que no se arrepiente de lo que ha echo, seguiría mintiéndole si ella no se hubiera dado cuenta de la marca de pintalabios sobre su camisa blanca.
Se enciende otro cigarro y pide lo de cada viernes, un Licor43 con lima. Mira hacía la izquierda y visualiza a la próxima mujer a la que le va a partir el corazón en mil pedazos.
jueves, 24 de noviembre de 2011
Ahogar entre frase y frase la distancia!
Y pienso escribir sin comas, sin tildes, sin puntos, sin parar... Quiero escribir hasta exprimir todos y cada uno de mis sentimientos, hasta quedarme vacía, sin fuerzas para mover un dedo más. Y quiero morderme el labio mientras leo mis letras, las tuyas, las nuestras... Ahogar entre frase y frase la distancia, pisarla con un punto final, pero no eterno. Dejar que fluyan solas las palabras y yo, ser sólo quien las ayuda a crear cuentos, a crear historias, de esas que empiezan un día y no terminan nunca, ni cuando el alma vuela en busca del cielo.
Y ves, una vez más, sin querer, terminas colándote en mis textos, como si cada vez que mis yemas rozaran una letra me vinieras a la mente, si no permanecías ya en ella.
Y ves, una vez más, sin querer, terminas colándote en mis textos, como si cada vez que mis yemas rozaran una letra me vinieras a la mente, si no permanecías ya en ella.
lunes, 21 de noviembre de 2011
A pie de cañón!
Pues cógete a mi como si fuera el único bote salvavidas en este inmenso mar, agárrate como si fuera la última biga que sujeta tu pared, estrechame hasta que tenga que pedirte un poco de tu aire.
Respira de mi cuando tus pulmones no puedan absorber más aire, deja de pensar y sólo hazlo para darte cuenta de que estoy aquí, a pie de cañón, firme, a tu lado, a la espera de tu sonrisa o simplemente a la espera de tu bien estar. Abre los ojos, recuerda que son preciosos, y date cuenta que tu puedes hacer que se pare el mundo en un instante, así que no dejes que el te pare a ti.
Y sí, se que no tienes palabras para ti, y que odias las charlas de consolación, al igual que las gracias y que te peinen. Pero no hay más, no puedo hacer más ahora que hacerte o intentare hacerte ver que hoy vuelve a llover y que sólo deberías tener en mente las gotas que cayeron sobre tu piel esa tarde. Y si no, piensa en esa tarde, no tan lejana, en la que entre palabras casi mudas te dije que jamás había visto a alguien así, tan poco egoísta, tan dueño de sus actos y por consecuencia, de todo lo que pueda venir detrás.
Me quedo corta si te digo que has conseguido romper todas mis tesis, que sólo tu has sido capaz de hacerme ver el norte vislumbrando un poco de su sur, que me has levantado cuando mis fuerzas se rendían y que me toca a mi decirte que no voy a dejar que te pase nada, que haré todo lo que este en mis manos para hacerte llorar, pero sólo de alegría, como tu conmigo. Que ahogaré cada grito con abrazos, con caricias, con miradas, con palabras, que te estrecharé hasta que sientas mi calor dentro de ti.
Y mi vida, créeme haré todo lo que mis fuerzas aguanten y más para mirarte y verte con esa sonrisa, con esos ojos verdes, con esas mejillas sonrojadas, simplemente agotaré las posibilidades para verte bien!
Post scriptum: Recuerda que yo seré tu pierna cuando cojees y que nunca, nunca dejaré de amarte mi cielo, NUNCA!
Respira de mi cuando tus pulmones no puedan absorber más aire, deja de pensar y sólo hazlo para darte cuenta de que estoy aquí, a pie de cañón, firme, a tu lado, a la espera de tu sonrisa o simplemente a la espera de tu bien estar. Abre los ojos, recuerda que son preciosos, y date cuenta que tu puedes hacer que se pare el mundo en un instante, así que no dejes que el te pare a ti.
Y sí, se que no tienes palabras para ti, y que odias las charlas de consolación, al igual que las gracias y que te peinen. Pero no hay más, no puedo hacer más ahora que hacerte o intentare hacerte ver que hoy vuelve a llover y que sólo deberías tener en mente las gotas que cayeron sobre tu piel esa tarde. Y si no, piensa en esa tarde, no tan lejana, en la que entre palabras casi mudas te dije que jamás había visto a alguien así, tan poco egoísta, tan dueño de sus actos y por consecuencia, de todo lo que pueda venir detrás.
Me quedo corta si te digo que has conseguido romper todas mis tesis, que sólo tu has sido capaz de hacerme ver el norte vislumbrando un poco de su sur, que me has levantado cuando mis fuerzas se rendían y que me toca a mi decirte que no voy a dejar que te pase nada, que haré todo lo que este en mis manos para hacerte llorar, pero sólo de alegría, como tu conmigo. Que ahogaré cada grito con abrazos, con caricias, con miradas, con palabras, que te estrecharé hasta que sientas mi calor dentro de ti.
Y mi vida, créeme haré todo lo que mis fuerzas aguanten y más para mirarte y verte con esa sonrisa, con esos ojos verdes, con esas mejillas sonrojadas, simplemente agotaré las posibilidades para verte bien!
Post scriptum: Recuerda que yo seré tu pierna cuando cojees y que nunca, nunca dejaré de amarte mi cielo, NUNCA!
sábado, 19 de noviembre de 2011
Tu cógete a mi!
Y si no te acuerdas, te lo recordaré yo. Debes seguir esa luz, esa que dices que es pequeña y borrosa, esa que crees que no te llevará a ninguna parte. Pues síguela. No se cuanto se tarda hasta llegar hacía ella, pero puedes agarrarte a mi mano todo el camino.
El tiempo pasa para todos, y las consecuencias son siempre las mismas. En nuestras vidas hay momentos en que vemos la luz pequeña, tercia o simplemente no tenemos ganas de verla, en cambio, hay otras veces que nos ciega con sus rayos. Pues mírame, y aquí donde me ves, te ayudaré a buscar una lupa cuando casi no la veas, te enseñaré que si miras con atención verás muchos motivos flotando por los cuales debes ser quien eres y no dudes, que cuando la luz este de tu parte, seré la primera en ver esa sonrisa, que ahora anhelo.
Post scriptum: se que no necesitas que te lo repita, pero tengo comprobado que nunca está de más escucharlo; te quiero!
martes, 15 de noviembre de 2011
Tu felicidad hace la mía!
Me gustaría tatuarte mis palabras en la espalda, para que no se te olvidaran nunca, para recordarte lo que ya sabes y para repetirte el sin fin de sentimientos que corren por mi nuca cada vez que te siento cerca. Me gustaría escribirte un libro de una sola página y en él, resumirte lo que me susurra mi resquebrajado corazón cuando te vas. Podrías coger ese minúsculo libro y leértelo cada día hasta el punto que te supieras las comas de memoria, los puntos; hasta el día que supieras donde va exactamente cada te quiero o cada te necesito aquí, cerca...
Hace tiempo que te repito que dependo de ti y no sabes, pongo la mano en el fuego, aún lo ciertas que son estas palabras. No se si es por que hoy vuelve a llover y las gotas me recorren las vertebras de caramelo o por que ya no aguanto otro día más sin tu presencia; pero hoy, necesito que sepas que yo ya no pido nada más, que el universo ya me lo ha dado todo, que lucharé por no soltarte nunca; y que te quiero, te quiero hasta el punto de amar.
Hace tiempo que te repito que dependo de ti y no sabes, pongo la mano en el fuego, aún lo ciertas que son estas palabras. No se si es por que hoy vuelve a llover y las gotas me recorren las vertebras de caramelo o por que ya no aguanto otro día más sin tu presencia; pero hoy, necesito que sepas que yo ya no pido nada más, que el universo ya me lo ha dado todo, que lucharé por no soltarte nunca; y que te quiero, te quiero hasta el punto de amar.
domingo, 13 de noviembre de 2011
Cinco treces a tu lado!
Delo único que estoy segura ahora mismo es que no puedo sin ti, no puedo sin esas palabras que salen de tu boca y hacen que me emocione, no puedo sin tu sonrisa, esa que a veces sin querer hago que se escape. No puedo tenerte a 50 kilómetros de distancia porque cada uno de ellos me recuerda que no te tengo al lado ahora, que mis labios no están pegados a los tuyos y que cuando te veo partir una parte de mi ser vuela hacía a ti.
Me gustaría decirte algo que no supieras, que volviera hablar el corazón por mi, pero no se si recuerdas, que una mitad te la has quedado tu.
Así que, déjame repetirme, deja que se vuelva a erizar mi piel con tansolo uno de nuestros recuerdos. Déjame sentirte cerca y prométeme que si el día tuviera 130611 horas, te quedarías conmigo todas y cada una de ellas.
Prométeme que nunca dejare de verme reflejada en tus pupilas!
Claro, simple y conciso, recuerdas?
Dependo de ti; por completo, cada poro de mi piel necesita engancharse a los tuyos como si de su aire para respirar se tratase, como si las agujas del reloj marchasen lento y pudiésemos dejar de preocuparnos por el tiempo, como si la mayor distancia, entre tu y yo, fuesen los suspiros de tu boca, y el espacio, que nos separa ahora mismo, se tornase ridículo, fuese ínfimo, como si pudiera gritarle que pienso llegar a tenerte cerca cada mañana y noche, a mi lado, y así reírme de todo lo que nos separa en este momento.
jueves, 10 de noviembre de 2011
Sorpresas que esperan 3 meses para hacerte sonreír!
Ya me empieza a costar pronunciar mi nombre si no va ligado al tuyo. Mirar y no ver esa clavícula que muchas veces me hace de almohada, escuchar miles de voces pero no reconocer la tuya, es casi suicida. Pero ves, un día cualquiera como hoy, cojo un libro y leo, sin querer, el reverso:
"Quiero que seas mi mejor amiga, no sólo mi amante. Quiero alguien que lo de todo por mi, ya que yo lo daré todo por ti!"
Intento colarme en tus sueños de día y decirte muy flojito, con una voz que casi es silencio, que te quiero, que te quiero y que te vuelvo a querer.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Pensar antes de actuar...
Ella acostumbraba a querer tener la última palabra aun que él le arrebatara ese deseo, a veces necesitaba espacio, tanto, que necesitaría una burbuja para ella sola, donde nadie le hablara y todo fuera a su manera. Pero las cosas no iban así, y cada vez que se cerraba en esa burbuja las cosas iban "mal", si le podemos llamar así.
Se daba cuenta que le fallaba a quien más quería, pero se daba cuenta luego una vez el daño ya estaba echo, y eso sucedía siempre. Ella se sentía culpable, él la entendía y la consolaba, pero nunca era al revés. A veces le daba por pensar que el tal vez se merecía alguien mejor, alguien que estuviera más cerca, que fuera más madura, alguien que tuviera el don de la palabra, que supiera ayudarle y sacarle los problemas, por que ella no sabía y eso la rompía en 1000 pedazos.
Utilizaba demasiado el lo siento, y empezaba a pensar que quizás, para él, perdía credibilidad. Y se sentía vacía pero llena de lágrimas.
Quiero dormirme, levantarme y pensar que nunca más volveré a sentirme así, que no volveré hacerle sentir igual.
Se daba cuenta que le fallaba a quien más quería, pero se daba cuenta luego una vez el daño ya estaba echo, y eso sucedía siempre. Ella se sentía culpable, él la entendía y la consolaba, pero nunca era al revés. A veces le daba por pensar que el tal vez se merecía alguien mejor, alguien que estuviera más cerca, que fuera más madura, alguien que tuviera el don de la palabra, que supiera ayudarle y sacarle los problemas, por que ella no sabía y eso la rompía en 1000 pedazos.
Utilizaba demasiado el lo siento, y empezaba a pensar que quizás, para él, perdía credibilidad. Y se sentía vacía pero llena de lágrimas.
Quiero dormirme, levantarme y pensar que nunca más volveré a sentirme así, que no volveré hacerle sentir igual.
domingo, 6 de noviembre de 2011
Escuchar tu corazón latir no tiene precio!
Mirar hacía el frente y sólo ver un par de pupilar verdes cegadas por la luz de la mesita de noche, unos labios que me hablan, que me narran cuentos con principio pero sin fin.
Respirar de tu aire como si fuera lo único para sobrevivir, ahogarme en tus susurros y darte mi vida a cambio de dos eternidades a tu lado.
Respirar de tu aire como si fuera lo único para sobrevivir, ahogarme en tus susurros y darte mi vida a cambio de dos eternidades a tu lado.
jueves, 3 de noviembre de 2011
Sí, yo era como la lluvia o eso creía.
El viento entraba por mi ventana moviendo la cortina, los rayos se acentuaban con la tempestad, la lluvia era un complemento que no pasaba desapercibido. La calle estaba oscura y sólo era iluminada por los pequeños faros de las casas grises y allí estaba yo, en medio de un remolino de sensaciones, con el paraguas en la mano y las gotas escalándome la mejilla.
Los truenos eran cada vez más fuertes, cada segundo intensificaban su ruido un grado más y yo no veía más allá del oscuro horizonte. Las nubes se movían explicando viejas historias que nadie iba a escuchar. Así que cerré los ojos y escuche el relato de esas pequeñas gotas que chocaban contra el suelo creando una dulce sinfonía.
El frío empezaba a calarme pero no quería irme, la oscuridad era cada vez más negra y deseaba que me absorbiera, que me hiciera parte de ella, de las gotas que caían, del cielo casi gris, del silencio infinito. Y por mi espalda subió un escalofrío recordándome que necesitaba calor y que ahora nadie estaba bajo mi paraguas, salvo yo. Alcé la vista al cielo, intentando ver algo, intentando predecir el recorrido de los sueños que caían de esas nubes, pero era casi imposible; supongo que es como nuestro sueños, esos que no vemos pero que cuando chocan con nosotros los sentimos y dejan un rastro en el suelo marcando que han sido cumplidos.
La tempestad amainaba y ya nada me retenía allí. Sí, yo era como la lluvia o eso creía, empezaba de repente, sin motivo alguno y me iba como había venido, aun que esta vez dejaba una pequeña huella, una pequeña marca de que mi silencio había estado allí.
Los truenos eran cada vez más fuertes, cada segundo intensificaban su ruido un grado más y yo no veía más allá del oscuro horizonte. Las nubes se movían explicando viejas historias que nadie iba a escuchar. Así que cerré los ojos y escuche el relato de esas pequeñas gotas que chocaban contra el suelo creando una dulce sinfonía.
El frío empezaba a calarme pero no quería irme, la oscuridad era cada vez más negra y deseaba que me absorbiera, que me hiciera parte de ella, de las gotas que caían, del cielo casi gris, del silencio infinito. Y por mi espalda subió un escalofrío recordándome que necesitaba calor y que ahora nadie estaba bajo mi paraguas, salvo yo. Alcé la vista al cielo, intentando ver algo, intentando predecir el recorrido de los sueños que caían de esas nubes, pero era casi imposible; supongo que es como nuestro sueños, esos que no vemos pero que cuando chocan con nosotros los sentimos y dejan un rastro en el suelo marcando que han sido cumplidos.
La tempestad amainaba y ya nada me retenía allí. Sí, yo era como la lluvia o eso creía, empezaba de repente, sin motivo alguno y me iba como había venido, aun que esta vez dejaba una pequeña huella, una pequeña marca de que mi silencio había estado allí.
Si tuviera alas, hoy me hubiera mojado yendo hacía tu morada!
Si tuviera alas hoy hubiera arrancado a volar, me hubiera mojado, las gotas hubieras calado mi alma. Si tuviera alas hoy te hubiera visto y, créeme, no te hubiera dejado machar.
Hubiera volado alto, casi como cuando lo hago a tu lado, hubiera cogido carrerilla y me hubiera lanzado al fin del mundo si allí estuvieras.
Si tuviera alas hoy sería libre. Libre de teoremas, de lenguas, de susurros; mi corazón andaría por las nubes buscando de nuevo tu sonrisa, sí, esa que me ilumina en la más oscura de las noches, la que me enseña el norte visualizando un poco de ese travieso sur.
Hoy, sin embargo no he volado más alto que a ras de suelo,no te he visto, ni me he podido imaginado la perfección de tu sonrisa. Aun así, te siento cerca, noto tu mirada en mi espalda como cuando intentas protegerme de algo que yo no veo, aun así siento como la lluvia desgarra cada miedo y como mi alma grita a voces que necesita mi otra mitad!
Hubiera volado alto, casi como cuando lo hago a tu lado, hubiera cogido carrerilla y me hubiera lanzado al fin del mundo si allí estuvieras.
Si tuviera alas hoy sería libre. Libre de teoremas, de lenguas, de susurros; mi corazón andaría por las nubes buscando de nuevo tu sonrisa, sí, esa que me ilumina en la más oscura de las noches, la que me enseña el norte visualizando un poco de ese travieso sur.
Hoy, sin embargo no he volado más alto que a ras de suelo,
martes, 1 de noviembre de 2011
No es por ti, es por mí, que no puedo si estás lejos.
Cuando la única distancia que nos separa, son los suspiros de tu boca, cuando el corazón empieza a ser una pequeña cárcel para aquello que siento y comienza a agrietarse, poco a poco, para poder gritar y dejar salir lo mucho que te quiero, cuando veo brotar pequeñas perlas de tus ojos y caer por tus mejillas, algo, dentro de mi, me dice que necesito una vida, dos eternidades, todo el tiempo del mundo, todo el que me concedas, para poder volver a mirarte a los ojos, erizar cada poro de tu piel, callar unos segundos, dar voces en silencio sobre lo mucho que deseo miles de momentos, buenos y malos, a tu lado, dejar fluir la magia, una vez más, y volver a repetirte que, volver a susurrarte que; te amo.
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