lunes, 21 de noviembre de 2011

A pie de cañón!

Pues cógete a mi como si fuera el único bote salvavidas en este inmenso mar, agárrate como si fuera la última biga que sujeta tu pared, estrechame hasta que tenga que pedirte un poco de tu aire. 
Respira de mi cuando tus pulmones no puedan absorber más aire, deja de pensar y sólo hazlo para darte cuenta de que estoy aquí, a pie de cañón, firme, a tu lado, a la espera de tu sonrisa o simplemente a la espera de tu bien estar. Abre los ojos, recuerda que son preciosos, y date cuenta que tu puedes hacer que se pare el mundo en un instante, así que no dejes que el te pare a ti.
Y sí, se que no tienes palabras para ti, y que odias las charlas de consolación, al igual que las gracias y que te peinen. Pero no hay más, no puedo hacer más ahora que hacerte o intentare hacerte ver que hoy vuelve a llover y que sólo deberías tener en mente las gotas que cayeron sobre tu piel esa tarde. Y si no, piensa en esa tarde, no tan lejana, en la que entre palabras casi mudas te dije que jamás había visto a alguien así, tan poco egoísta, tan dueño de sus actos y por consecuencia, de todo lo que pueda venir detrás. 
Me quedo corta si te digo que has conseguido romper todas mis tesis, que sólo tu has sido capaz de hacerme ver el norte vislumbrando un poco de su sur, que me has levantado cuando mis fuerzas se rendían  y que me toca a mi decirte que no voy a dejar que te pase nada, que haré todo lo que este en mis manos para hacerte llorar, pero sólo de alegría, como tu conmigo. Que ahogaré cada grito con abrazos, con caricias, con miradas, con palabras, que te estrecharé hasta que sientas mi calor dentro de ti.
Y mi vida, créeme haré todo lo que mis fuerzas aguanten y más para mirarte y verte con esa sonrisa, con esos ojos verdes, con esas mejillas sonrojadas, simplemente agotaré las posibilidades para verte bien!

Post scriptum: Recuerda que yo seré tu pierna cuando cojees y que nunca, nunca dejaré de amarte mi cielo, NUNCA!

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