Empecé a contar segundos, a tachar días, empecé a no ser yo mismo, a cambiar mi yo, empecé a necesitar algo, como si de una dependencia extrema se tratase, empecé a echar de más, los kilómetros de distancia, que me hacían echarte de menos.
Aprendí a perdonar, a comprender, aprendí realmente a depender, a confiar, aprendí a dejar de ser yo, para poder llegar a sentir lo mismo que tú, aprendí a apreciar todo tipo de momentos a tu lado, a no dejar pasar ni un instante, aprendí de todo lo magnífico de ésto, como del dolor que puede llegar a causar...
Empecé a aprender lo que realmente significaba querer, y así, aprendí a empezar, a contar las horas, los minutos y los segundos que restaban para verte, mi amor.
Que bonito...
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita