Tu te empeñas en creer en la perfección mientras a mi me gusta la poca coherencia de mis actos. Buscas un esquema planificado de la tarde mientras yo me dejo llevar por lo que siento por dentro, mientras huelo tu perfume en el aire.
Y me doy cuenta que no hay nada mejor que seguir los impulsos del corazón, que no hay nada mejor que hacerte ver que tenemos el mundo a nuestros pies, que podemos darle un giro de 180º a la estadística de duración. Que se me queda corto el infinito, quizás, por que ya he llegado a el contigo.
Que no hay nada mejor que volar sin alas, que amar a alguien con toda tu alma, que decir para siempre...
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