No tenía fuerzas para seguir con este juego en el que todos participábamos. No quería ser la razón de nadie, por que si lo era, alguien, siempre había alguien, que se derrumbaría en mil pedazos frente mis palabras.
Así que me prometí empezar a enamorarme de la realidad, de jugar a apostar sonrisas, de quien? De quien me pidiera el corazón. Así que me prometí empezar a destruir para avanzar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario