miércoles, 2 de enero de 2013

1 para 1.

Mi vida estaba colgando de recuerdos medio rotos, de cicatrices que yo sabía como debían sanar. Tenía mi remedio a dos minutos de mi calle, a dos sonrisas, pero mi historia era de esas en que la última página te lleva de nuevo a la primera. 
No tenía fuerzas para seguir con este juego en el que todos participábamos. No quería ser la razón de nadie, por que si lo era, alguien, siempre había alguien, que se derrumbaría en mil pedazos frente mis palabras.
Así que me prometí empezar a enamorarme de la realidad, de jugar a apostar sonrisas, de quien? De quien me pidiera el corazón. Así que me prometí empezar a destruir para avanzar.

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