Si algo he aprendido en estos últimos días es que Aristóteles se equivocó al formular su gran teoría sobre el mundo celeste y el terrestre. Bueno, mirándolo bien, puede que mintiera y que dijera que el universo se dividía en dos para no revelar que la mejor constelación se encontraba entre tu ingle y mi lengua. Sí, de echo, estoy totalmente segura de que Aristóteles mintió. Yo también lo hubiera echo si hubiera podido, que pude. Te hubiera escondido de todos los ojos que intentaban curiosear por debajo tu camisa, te hubiera arrancado el alma solo si así supiera que ibas a ser mio para siempre. Pero verás, creo que lo que no sabe ningún filósofo, ni matemático, ni físico.. Es que la mejor de las fórmulas se encuentra enterrada ahí, debajo de tus parpados. Que daría yo por ver que esconden esas perfecciones que decidieron mirarme un día con el sol de su parte.. Que daría yo por parar el tiempo de tu vida y adelantar el mío, o por levantarme con tu brazo por debajo de mi nuca.
Creo que tiene razón ese que dijo una vez, si alguien lo dijo, que no hay mayor vicio que ese del cual no te quieres salvar. Y me he dado cuenta que soy una suicida de tus letras, que me gusta arañarme sólo para que luego vengas a sanarme con tu saliva. Creo que me vuelto adicta a esto de echarte de menos, a sufrir como una niña; creo que se que no llego a alcanzarte y que por eso, me quedo aquí, con tu recuerdo hablando un rato sobre por que me escondiste a mi también el último lunar de tu pierna y dejaste que tus labios fueran mi vía fácil, ya que no había manera de hacerlo todo tan fácil como pasándonos los sentimientos que callábamos de boca en boca. (sí, tu quizás no te acuerdas pero la primera vez que me leíste me dijiste: "me ha gustado esa frase". Me da igual si lo dijiste para enamorarme, pero mira, aquí la tienes, para ti)
Ps. Me gustaría escribirte un ps pero no sé, creo que es hora que deje de escribir..
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