Aquí llueve y ya no se si son tus palabras las que se deslizan por mi cabello o los recuerdos que guardo en mi caja de música. No se que pretendes conmigo, ni si te has propuesto hundirme hasta el final, dejándome sin oxígeno en las últimas noches.. Pero me ahogas, de tal manera que no podría vivir sin tus suspiros que se cuelan por mis sueños cada mañana, esos que interrumpes para dejarme, más rota aun..
Por que no entiendo lo que quieres, tan si quiera si me quieres a mi. Hace una semana preferías pasar la tarde con una venda en los ojos, jugando a tocar sus espaldas, a ver, si por casualidad se parecían mis puntos cardinales a los suyos, y ahora, ahora vuelves al frío invierno.. Y yo me pregunto si no te habrás equivocado, si no me habrás enredado entre tus ganas de romperme o de hacernos felices..
Yo me pregunto, que necesitas de mi, por que después de un te quiero lejos, no pensaba que aparecieras con un cerca..
Duermo en ti y en tu fuego, muero al fin en tu mar, mi aire son ya tus versos, mi tierra es tu despertar... No puedes decir que no, no puedes decir jamás.
jueves, 28 de febrero de 2013
miércoles, 27 de febrero de 2013
La duda del "¿me lo dirá a mi?"
Yo lo único que se es de enamorare hasta que me dejen rota en una estación o en la misma cama donde nos hacíamos el amor y otras manías. Así como querernos y hacernos enfadar. Pero que difícil es estar sentada, sin más, sobre esa nube donde nos tapábamos con una manta roja y escribirle a la soledad. ¿Cuando te escribiré a ti?
He aprendido que no se puede querer a dos sonrisas, que una, te da el triple de lo que te pueden dan miles de trabalenguas resueltos en la cuenca de tus pupilas. Pues querer... querer es hacer del deseo repentino algo eterno y duradero, un contrato sin ninguna clausula, una meta de esas en las que con un beso ya has llegado a la final. Querer es lo que yo, lo que tu, lo que ambos hacíamos. Olvidar, es lo que ya no se si todos buscamos; quizás, para ti, yo ya sea sólo una cajita rosa con miles de recuerdos que decidiste volar por los aires, o un reloj mal grabado. Quizás sea ya el sudor de otra espalda o los lunares de otra clavícula. Y te diré que lo entiendo, que no importa, que yo sólo quiero que seas feliz. Pero quiero que sepas también que mientras te digo esto miento, miento de una manera casi automática, casi imparable. Supongo que diré que tienes todo el derecho hasta que decidamos estar cuerpo a cuerpo, beso a beso; sólo entonces, y si me lo preguntas, te diré que si para ti fue dura la espera más duro fue para mi el no saber, el no saber donde se bañaban tus labios en las noches de sequía.
He aprendido que no se puede querer a dos sonrisas, que una, te da el triple de lo que te pueden dan miles de trabalenguas resueltos en la cuenca de tus pupilas. Pues querer... querer es hacer del deseo repentino algo eterno y duradero, un contrato sin ninguna clausula, una meta de esas en las que con un beso ya has llegado a la final. Querer es lo que yo, lo que tu, lo que ambos hacíamos. Olvidar, es lo que ya no se si todos buscamos; quizás, para ti, yo ya sea sólo una cajita rosa con miles de recuerdos que decidiste volar por los aires, o un reloj mal grabado. Quizás sea ya el sudor de otra espalda o los lunares de otra clavícula. Y te diré que lo entiendo, que no importa, que yo sólo quiero que seas feliz. Pero quiero que sepas también que mientras te digo esto miento, miento de una manera casi automática, casi imparable. Supongo que diré que tienes todo el derecho hasta que decidamos estar cuerpo a cuerpo, beso a beso; sólo entonces, y si me lo preguntas, te diré que si para ti fue dura la espera más duro fue para mi el no saber, el no saber donde se bañaban tus labios en las noches de sequía.
martes, 26 de febrero de 2013
No esperes que con tus abrazos llenes su vacío..
Me preguntan por qué te sigo queriendo a pesar de las costuras que llevo en el pecho, aquí, a la izquierda; y yo, yo que no tengo palabras para ti, y para todo este dolor, me quedo tan quieta como lo hizo mi corazón al darse cuenta que ya no habían infinitos más allá de los kilómetros, ni lunas comiéndose lo oscuro del cielo. Supongo que dejo de latir cada vez que suena tu nombre en mi mente, es por eso que permanezco casi siempre inerte, un poco más muerta cada día, como una enferma que espera en silencio su cura, demasiado en silencio, demasiado en la nada que tu dejaste.
pd. pues verás el me dejó demasiado suya aun sin ser nada.
pd. pues verás el me dejó demasiado suya aun sin ser nada.
lunes, 25 de febrero de 2013
Quien tuviera 18..
El respeto se gana, no a base de miedo, si no a base de acciones. Entenderás por que, el mio hacía ti ha desaparecido ya después de 16 años, verdad?
sábado, 23 de febrero de 2013
La de estrellas que desearían ser mi luna.
Lo último que me contaron de ella es que se había rasgado la sonrisa para intentar hacerla más grande, a pesar del dolor y de la falta de alcohol. Nadie sabe de ella des de que decidió marcharse con la nieve y todos los recuerdos que esta no le llevaba. Dejó un camino echo de huellas tan perfecto.. Deberíais haberlo visto. Era como un vals reflejado en el suelo, una libertad impresa en las suelas, era ella y todo lo que no era el.
Todo el mundo se preguntaba por donde andarían hoy sus mejillas rosadas, pálidas por el frío de su interior, supurantes por las heridas que llevaba en su espalda cubierta con un trocito de esperanza para que no se vieran mucho. Y nadie contestaba.. Era un enigma a voces en el viento que jamás rozaría su pelo, quizás, para que me entendáis, un mapa mal enterrado, como las voces que ahogaba su sufrimiento. Ese al cual ya se había acostumbrado. Vivía con él, le acunaba por la tardes de sosiego donde no paraba de mirar por la ventana a ver si habías encontrado ya el camino de nostalgia que te había dejado. Le abrazaba cuando tu ausencia se hacía demasiado presente y le recordaba, al oído y en silencio, que tenía un mundo lleno de luces a su alrededor. Recuerdo también, que me dijo que ella no quería luces si no estaba la luna. Pero lo que ella no sabía es que la luna siempre iba a estar allí, alumbrándola, aun que bailará con cientos de estrellas nunca se iba a ir. Aun que miles de astronautas rozarán sus cráteres como lo hicieron con los pliegues de tus labios, nunca se iba a ir, a no ser, que a ella le doliera demasiado eso de que estuviera a billones años luz.
Todo el mundo se preguntaba por donde andarían hoy sus mejillas rosadas, pálidas por el frío de su interior, supurantes por las heridas que llevaba en su espalda cubierta con un trocito de esperanza para que no se vieran mucho. Y nadie contestaba.. Era un enigma a voces en el viento que jamás rozaría su pelo, quizás, para que me entendáis, un mapa mal enterrado, como las voces que ahogaba su sufrimiento. Ese al cual ya se había acostumbrado. Vivía con él, le acunaba por la tardes de sosiego donde no paraba de mirar por la ventana a ver si habías encontrado ya el camino de nostalgia que te había dejado. Le abrazaba cuando tu ausencia se hacía demasiado presente y le recordaba, al oído y en silencio, que tenía un mundo lleno de luces a su alrededor. Recuerdo también, que me dijo que ella no quería luces si no estaba la luna. Pero lo que ella no sabía es que la luna siempre iba a estar allí, alumbrándola, aun que bailará con cientos de estrellas nunca se iba a ir. Aun que miles de astronautas rozarán sus cráteres como lo hicieron con los pliegues de tus labios, nunca se iba a ir, a no ser, que a ella le doliera demasiado eso de que estuviera a billones años luz.
23.35
Suena el móvil. Tu voz. Ni siquiera me acordaba de ella.
Suenan unas palabras que me dejan quieta, sentada, dispuesta a escuchar todos tus perdones. Perdones ahora, después de 2 años. Pero perdones.
Ni si quiera se con que fin me buscas ahora, la última vez desapareciste en una moto, dejándome demasiado desconcertada, quizás demasiado pequeña (en todos los sentidos) para entender que acababa de pasar. Y ahora, ahora qué quieres? Verme, tomar un café. No me gusta el café. Sería irónico que lo tomara contigo después de tu marcha, de tu ida en silencio, de tus palabras que no salieron jamás de esa boca estúpida que me beso con el solo placer de conseguir el suyo.
Suenan unas palabras que me dejan quieta, sentada, dispuesta a escuchar todos tus perdones. Perdones ahora, después de 2 años. Pero perdones.
Ni si quiera se con que fin me buscas ahora, la última vez desapareciste en una moto, dejándome demasiado desconcertada, quizás demasiado pequeña (en todos los sentidos) para entender que acababa de pasar. Y ahora, ahora qué quieres? Verme, tomar un café. No me gusta el café. Sería irónico que lo tomara contigo después de tu marcha, de tu ida en silencio, de tus palabras que no salieron jamás de esa boca estúpida que me beso con el solo placer de conseguir el suyo.
Run away.
No se lo que quiero, sigo demasiado perdida como para encontrar cualquier abismo de poesía entre tus palabras que se clavan como lanzas en todo mi abdomen. Se nota que las has afilado con la lengua, si no, que veneno iban a llevar. Los latidos, y en consonancia, el significado de las palabras pueden ser destructivos, así como una bomba que estalla sin previo aviso en uno de los costados donde tenías retenidas las fuerzas de voluntad. Aquí nieva, y deberías ver cuanto blanco hay, demasiado para tus ojos color negro. Un contraste demasiado fuerte para tu mentira.
Y te escribo por que no tengo otra musa, pero no te escribo para que me leas. Lo hago por que es mi manera de montar de nuevo, como piezas de un puzzle, los sentimientos. Siento que en cada palabra que escribo hay un pichazito aquí, aquí y allá. Se que sólo son punzadas para sanar la cicatriz que dejaste, y sigues haciendo, con tus vocablos. Si supieras el valor de las palabras, si supieras lo que es sentir el nudo de los zapatos en la garganta, un atroz huracán entre la nuca y el cuello, estoy segura que serías incapaz de escribir así. Tengo ganas de que la nieve se funda y se lleve con ella tu recuerdo, bueno, perdón no es el recuerdo lo que me duele, ese lo tengo escondido en alguna parte de la que no me acuerdo. Lo que quiero es que se lleve esto que siento, esta impotencia al darme cuenta que fui una tonta pensando en ti como "diferente". Para ser diferente no debes hacer como el resto, y a ti, eso, se te escapó al actuar como niño sin sentimientos, prendado de rabia, de nostalgia, dispuesto a destruir cada ápice de mi luz.
Y te escribo por que no tengo otra musa, pero no te escribo para que me leas. Lo hago por que es mi manera de montar de nuevo, como piezas de un puzzle, los sentimientos. Siento que en cada palabra que escribo hay un pichazito aquí, aquí y allá. Se que sólo son punzadas para sanar la cicatriz que dejaste, y sigues haciendo, con tus vocablos. Si supieras el valor de las palabras, si supieras lo que es sentir el nudo de los zapatos en la garganta, un atroz huracán entre la nuca y el cuello, estoy segura que serías incapaz de escribir así. Tengo ganas de que la nieve se funda y se lleve con ella tu recuerdo, bueno, perdón no es el recuerdo lo que me duele, ese lo tengo escondido en alguna parte de la que no me acuerdo. Lo que quiero es que se lleve esto que siento, esta impotencia al darme cuenta que fui una tonta pensando en ti como "diferente". Para ser diferente no debes hacer como el resto, y a ti, eso, se te escapó al actuar como niño sin sentimientos, prendado de rabia, de nostalgia, dispuesto a destruir cada ápice de mi luz.
jueves, 21 de febrero de 2013
Acción - reacción .
Ayer me dio por leerme y creo que jamás había releeido tantas veces la palabra te quiero.En qué pensaba? Estaba llena de mariposas que revoloteaban, como todos dicen, dentro del estómago. Pero a veces, lo mejor, es ir vomitándolas poco a poco hasta el punto de quedarte vacía, un poco más de lo que ya lo estoy. Vacía sin ti? Quizás, quien sabe. Pero es un vacío diferente al de la primera vez. Ya no hay dolores en la garganta de tanto llorar, ni ojos hinchados hasta pasadas las 3 de la madrugada. Es como que, de repente, hay un detonante en tu manera de ver las cosas y un balance. En cada palma de tu mano pones lo que realmente debe preocuparte y por que motivos debes seguir, yo no digo seguir sonriendo con una sonrisa de oreja a oreja, de echo, no soy partidaria de las sonrisas postizas, pero de seguir sin miedo es a lo que me refiero.
Después de sumar en una palma las mentiras que descubres con el tiempo, las jugadas, los malos ratos, la tinta que iba descoloriendo mi sonrisa, he decidido, sin más preámbulos, no dejar de creer en el amor. A lo mejor me equivoque 8 veces más después de tu espalda o vaya con un pañuelo marinero en los ojos para saber quien besa mejor, pero no me da miedo equivocarme, ni mucho menos, caer de nuevo en los mismo baches.
De ti, he aprendido demasiadas cosas que no debería de saber aun. He aprendido como despedirme sin sonar despectivo, como regalarle el mundo a alguien en cientos de vocablos para luego desmontarlos en mil piezas de lego. Pero también y aun que me duela seguir reconociéndolo he aprendido a quererme, a saber que quiero y que no, a no pensar siempre en si alguien va a sentirse mal, pues realmente, ni si quiera tu te preocupaste de acunarme entre tus brazos. Así que, me llevo una carrera de rotundas decisiones, de palabras medio descosidas en tu campanilla. Me he llevado todo el odio para quemarlo en una caja de madera mal forjada, como los cimientos que creímos haber calculado.
Y verás, cuando hoy me han dicho que a nadie se le dedica un minuto si no es por que le quieres me he quedado tan sorprendida como me quedé ayer con tu despecho, con tus palabras que realmente algún día retumbarán en ti, o quizás no, quizás eres capaz de repetirlas y quien sabe si de prometer otra luna.
El caso es, y lo cierto, que los minutos que desgasto acordándome de el dolor que causas cada vez que me voy es a cada paso más pequeño, menos doloroso aun que siempre más rudo, más crudo, más frío. Pero bueno, ni si quiera espero calor, por tu parte. Ni si quiera lo quiero, pero me gusta escribirte, me gusta acordarme de las sonrisas y de los momentos en que debimos darnos de bofetadas en toda la cadera para dejar cojo al otro. Me gusta decir que esto se acabó y pensar en lo jodido que puede ser el mundo con otro amor, o lo bonito. Y lo que más me gusta es eso de ver como tu luna no llega ni a media estrella, pero verás, y veré yo, la felicidad no depende de cuanto brilles si no de cuanto hagas brillar al otro, y a mi, ya me estabas dejando camuflada entre la oscuridad machando mis puntas con tu forma de arrastrarme al vacío.
Supongo que ahora, ya me has echo feliz, supongo que ahora ya me has echo brillar.
miércoles, 20 de febrero de 2013
Mentiras y más mentiras.
No pretendía volver, si es que en algún momento habíamos vuelto a querernos. No quería volver a escuchar nunca más que alguien era mejor que yo, mejor que la persona que según tu te hacía sonreír cada madrugada. Me voy, y cuantas veces habré dicho esto ya, y cuantas veces me habrás dolido aquí, aquí y aquí..
Es lo que dices, y en el fondo tienes razón y no te culpo, por más que lo intente. Yo también buscaría alguien con quien aliviarme, alguien que me hiciera sonreír cuando al mirarte solo hay frío. Por eso me voy, por que no quiero competir, ni si quiera lo merece. No quiero decir que te gané en una apuesta, tan si quiera quiero decir que te aposté. Lo nuestro, fue nuestro por más que desordenemos las iniciales, pero ya está, fue. No pretendo decir que voy a dejar de escribirte, pues muchas veces lo he escrito ya mientras iba rompiendo la promesa. Prometo hacerlo pero sin que te des cuenta. Quizás en cartas, quizás en sueños. Pero no voy a volver, llámalo como quieras, pero no voy a moverme de estas cuatro paredes que me rodean ahora.
Tu, tu que cuando viniste de nuevo a por mi corazón me dijiste que, si no hubiera sido por mi comentario, donde comparaba su sonrisa con la tuya, jamás hubieras saltado con esos 4 minutos que aunque no pueda reprochar, duelen; has sido capaz de destruir todo lo que podría haber sido con lo mejor que ella es. Pues bien, quiérela y no cometas los mismos errores, muerdete la lengua y traga tu veneno, pero jamás, ni se te ocurra, por más que alguien creas que lo merezca, te pase por la cabeza morderle con esos dientes envenenados.
Me despido lo más formalmente que sé, entre letras, no entre actos.
Es lo que dices, y en el fondo tienes razón y no te culpo, por más que lo intente. Yo también buscaría alguien con quien aliviarme, alguien que me hiciera sonreír cuando al mirarte solo hay frío. Por eso me voy, por que no quiero competir, ni si quiera lo merece. No quiero decir que te gané en una apuesta, tan si quiera quiero decir que te aposté. Lo nuestro, fue nuestro por más que desordenemos las iniciales, pero ya está, fue. No pretendo decir que voy a dejar de escribirte, pues muchas veces lo he escrito ya mientras iba rompiendo la promesa. Prometo hacerlo pero sin que te des cuenta. Quizás en cartas, quizás en sueños. Pero no voy a volver, llámalo como quieras, pero no voy a moverme de estas cuatro paredes que me rodean ahora.
Tu, tu que cuando viniste de nuevo a por mi corazón me dijiste que, si no hubiera sido por mi comentario, donde comparaba su sonrisa con la tuya, jamás hubieras saltado con esos 4 minutos que aunque no pueda reprochar, duelen; has sido capaz de destruir todo lo que podría haber sido con lo mejor que ella es. Pues bien, quiérela y no cometas los mismos errores, muerdete la lengua y traga tu veneno, pero jamás, ni se te ocurra, por más que alguien creas que lo merezca, te pase por la cabeza morderle con esos dientes envenenados.
Me despido lo más formalmente que sé, entre letras, no entre actos.
domingo, 17 de febrero de 2013
No podría con otro que no llevará tu nombre.
A que esperas para marcar tus labios en mi piel? Para morderme la clavícula hasta desgarrarme los huesos. Cuánto tardarás en atarme con las palabras que ya no prometemos al cabezal mientras juegas a resquebrajar mis fuerzas? Pues verás sigo a la espera de las caricias que pintaban tus dedos en mi nuca, esa por la cual recorrían escalofríos después de que besaras cada centímetro cúbico de mi cuerpo. Ven, ven aquí para que mientras tapo tus pupilas con mis suspiros pueda morder el tiempo que nos separa, inmortalizarlo aunque sea un minuto y gritarle que lo que más me gusta es el sabor que desprenden tus sonrisas torcidas. Y es que verás, la luz de tu mesita alumbra lo suficiente como para ver el placer en tu pecho, el sexo en tu boca y las ganas de saciar el dolor con arañazos en la espalda. No es mi culpa eso de morderme el labio al pensarte, de inventarme mil mentiras para rozar al unísono de nuevo la luna que ya antes habíamos tocado. Y si es así, me considero culpable de haber probado tu lujuria y haberme vuelto adicta a la saliva de tus dedos.
sábado, 16 de febrero de 2013
Hasta que llego a casa y me encuentro con tu "listilla"
Ayer (y diré que sólo fue ayer y no todos los días para parecer más fuerte) me acordé de ti al empezar el kilómetro 0 del viaje. No me preguntes por que motivo deambulabas por mi mente, quizás buscabas algo que yo te había robado, quizás me buscabas a mi o, quizás a ti. Tenía el móvil en la mano y estoy segura que a cada segundo que sumaba lo miraba, así, como si de repente fuera a aparecer tu nombre en la pantalla y tu voz de nuevo con sus "te quiero". Pero lo único que sonó fue el claxon de aquel coche que un poco más y me deja sin versos para escribirte.
Tengo que confesarte que entre tantas luces no hubo ni un sólo instante en que confundiera tus pupilas con las de otro. Cómo iba hacerlo. Quién tiene tu brillo..
A más, tu ya sabes que me gusta soñar despierta, pensando que quizás, si me imagino tus labios, de repente, cuando me gire, te encontraré allí en frente de mi, como si nada y como si todo a la vez, invitándome a rozar tus caderas con las mías, como si no nos conociéramos de nada más que una tarde en un parque lleno de cerezas.
Pero no viniste, por mucho que te gritara entre la multitud no viniste. Por mucho que pronunciara tu nombre en cualquier esquina, no viniste. Por más que buscara tus manos en los bolsillos no me abrazaste y yo me quedé, sin más de nuevo, a la espera de algo. Algo que no debía venir, algo que debía esperar al que espera.
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Tengo que confesarte que entre tantas luces no hubo ni un sólo instante en que confundiera tus pupilas con las de otro. Cómo iba hacerlo. Quién tiene tu brillo..
A más, tu ya sabes que me gusta soñar despierta, pensando que quizás, si me imagino tus labios, de repente, cuando me gire, te encontraré allí en frente de mi, como si nada y como si todo a la vez, invitándome a rozar tus caderas con las mías, como si no nos conociéramos de nada más que una tarde en un parque lleno de cerezas.
Pero no viniste, por mucho que te gritara entre la multitud no viniste. Por mucho que pronunciara tu nombre en cualquier esquina, no viniste. Por más que buscara tus manos en los bolsillos no me abrazaste y yo me quedé, sin más de nuevo, a la espera de algo. Algo que no debía venir, algo que debía esperar al que espera.
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miércoles, 13 de febrero de 2013
Sobra el número.
Quiero que sepáis o mejor que sólo tu lo sepas, que lo he intentado. De veras lo he echo. Te he desbloqueado de todos sitios, he escrito cientos de palabras estúpidas sobre un teclado pero no, no te las he enviado. Estoy concienciada, esta vez no digo que lo se para que algo quede bonito, esta vez es cierto, sé a ciencia cierta que ya es tarde. Pero que más da ya, será por minutos que tiene este día, por horas que ya se han quedado atrapadas entre las manecillas de mis semanas. Será por el tiempo que pasamos separados que yo ya me doy cuenta que esto, esto que yo hice, esto que tu hiciste, ya no es nuestro y pronto pasará a ser la historia de nuestra primera estrella. (yo te quería como Luna.)
Si estuviera un poco menos cuerda hoy o mañana, (no mañana no, que para ti San Valentín no era nada, mientras que yo moría por un detalle) me plantaría con mis palabras dentro de una maleta y te diría, sin reparos "quedatelá, quédate todas las palabras, todas las promesas que no cumplí. Quédate mis labios que no fueron capaces de hacerte feliz, préstame los tuyos que tampoco lo hicieron. Quédate con todo, pero tu, tu vente conmigo y hazme desdichada toda la vida."
Pero debería de estar un poco menos ceñida a la realidad, debería tener un poco menos de miedo y sí, ya se que todo es bastante ilógico, pero por cada segundo que suma una esperanza que resta y, en relación, vas abriendo poco a poco las alas.
Si estuviera un poco menos cuerda hoy o mañana, (no mañana no, que para ti San Valentín no era nada, mientras que yo moría por un detalle) me plantaría con mis palabras dentro de una maleta y te diría, sin reparos "quedatelá, quédate todas las palabras, todas las promesas que no cumplí. Quédate mis labios que no fueron capaces de hacerte feliz, préstame los tuyos que tampoco lo hicieron. Quédate con todo, pero tu, tu vente conmigo y hazme desdichada toda la vida."
Pero debería de estar un poco menos ceñida a la realidad, debería tener un poco menos de miedo y sí, ya se que todo es bastante ilógico, pero por cada segundo que suma una esperanza que resta y, en relación, vas abriendo poco a poco las alas.
martes, 12 de febrero de 2013
Estado: agobiante.
No se, la verdad es que últimamente escribo sin ganas pero lo hago para que veas que aun respiro, que aun te siento, que aun, en alguna parte de mi ser, creo que eres mío. Se que las palabras siempre suenan absurdas hasta que no le das valor, valentía y fuerzas para que caminen solas, pero es lo único que me queda ahora; escribir. Escribir para que no te alejes, para que no decidas volar más alto sin mi. Escribo para que no puedas avanzar para que no lo hagas sin mis alas. Lo hago, para que mueras esperándome para desgastarme en la espera que tiene mi reloj, ese que te regalé y que seguro que ya tiene las agujas paradas de no darle cuerda; pero a ver quien te regala uno así de especial, tan único, tan nuestro.
Últimamente no veo ninguna de las esquina de mi cama, me siento tan presa de estas cuatro paredes que me rodean allí donde voy. Y tu, que lo eras todo, por que no podías ser la paz que necesita mi alma, la nota discordante en mi melodía monótona. Tu que decidiste ser mi insomnio por que no fuiste la cura de mis heridas, por que decidiste hacerme daño, joder, hubiera roto cualquier esquema, cualquier barrera, cualquier obstáculo para besarte, porque cosiste el dolor y lo incrustaste, poco a poco, en nuestro amor...
Siento como se me enredan las cuerdas vocales cada vez que te siento, por eso, vivo muda, des de que encogiste el alma. Y sé, se de sobras que yo también pude arrancarte cada tira de tus labios, lentamente, para que sintieras, lo que era estar contigo, para que vieran que amargas eran tus palabras llenas de azúcar pero no puedes hacerme tanto daño ahora que ya no te veo..
No puedes aparecer cada día por mi mente como si fuera 13, no puedo recibir mensajes de ese número acabado en 3 diciéndome lo mucho que me quieres, por que coño no me quisiste antes, por que lo hiciste así, por que? Acaso no fui esa parte que te dio la mano cuando lo necesitaste, no me escurrí por tus caderas cada noche que nos amábamos. Acaso no fui esa mitad que necesitabas?
No lo se, últimamente me siento más perdida que de costumbre, así como si nadie fuera luz, como si la mía se hubiera apagado en cada uno de los suspiros que baila mi boca al recordar tus pupilas. Tan perdida que ya no se ni donde empieza tu nombre y termina el dolor..
Últimamente no veo ninguna de las esquina de mi cama, me siento tan presa de estas cuatro paredes que me rodean allí donde voy. Y tu, que lo eras todo, por que no podías ser la paz que necesita mi alma, la nota discordante en mi melodía monótona. Tu que decidiste ser mi insomnio por que no fuiste la cura de mis heridas, por que decidiste hacerme daño, joder, hubiera roto cualquier esquema, cualquier barrera, cualquier obstáculo para besarte, porque cosiste el dolor y lo incrustaste, poco a poco, en nuestro amor...
Siento como se me enredan las cuerdas vocales cada vez que te siento, por eso, vivo muda, des de que encogiste el alma. Y sé, se de sobras que yo también pude arrancarte cada tira de tus labios, lentamente, para que sintieras, lo que era estar contigo, para que vieran que amargas eran tus palabras llenas de azúcar pero no puedes hacerme tanto daño ahora que ya no te veo..
No puedes aparecer cada día por mi mente como si fuera 13, no puedo recibir mensajes de ese número acabado en 3 diciéndome lo mucho que me quieres, por que coño no me quisiste antes, por que lo hiciste así, por que? Acaso no fui esa parte que te dio la mano cuando lo necesitaste, no me escurrí por tus caderas cada noche que nos amábamos. Acaso no fui esa mitad que necesitabas?
No lo se, últimamente me siento más perdida que de costumbre, así como si nadie fuera luz, como si la mía se hubiera apagado en cada uno de los suspiros que baila mi boca al recordar tus pupilas. Tan perdida que ya no se ni donde empieza tu nombre y termina el dolor..
lunes, 11 de febrero de 2013
El día de los enamorados es el 13.
Ayer fue un día de estos en los que no haces nada, y eso, para quien tenga una herida descosida, es lo peor que puedes hacer. El caso es que me senté y vi la típica película mala de los domingos arropada en una manta, aun que tus brazos no me rodeaban Y para mi sorpresa, en una de las escenas de la peli, yo diría que era la nuestra aun que jamás la hubiéramos visto juntos, sonaron tus palabras; y justo cuando crees que ya no puedes sentir más dolor, aparecen los recuerdos y te desgarran esa teoría apoderándose de pañuelos que quedarán húmedos, empapados de miedos.
domingo, 10 de febrero de 2013
Por que si te sientes bien que mas da que sea perfecto?
Por que los sueños sinceros hay que perseguirlos
por que los malos senderos también hay que vivirlos
por que no puedes volver si no te has ido
por que sólo tu decides como mides cada palmo de tu sino.
Días como si fueran nuevos
en este juego hay que ponerle un par de huevos
y encajar las puñaladas
si te quedas muy tocado no harás nada
y eso duele
puede destruir tu hada
y provocar que ya no juegues.
por que los malos senderos también hay que vivirlos
por que no puedes volver si no te has ido
por que sólo tu decides como mides cada palmo de tu sino.
Días como si fueran nuevos
en este juego hay que ponerle un par de huevos
y encajar las puñaladas
si te quedas muy tocado no harás nada
y eso duele
puede destruir tu hada
y provocar que ya no juegues.
El capítulo vivirá hasta el fin de tu libro.
Supongo que a esto se le llama final. Final de todo. Final de contacto, final de esperanza, final de "juego", final de tontería final de miedos... lo que sea, se llama como tu quieras llamarle, pero siempre introducido por la palabra final.
Se acabó tener que mirar cada dos por tres que haces, que dices; se acabó. Pero bueno, es cierto que alguno de los dos debía o, de cortar esto o actuar; tu ya actuaste una vez así que ya se te agotó tal opción.
Entiendo también que es tarde, que he actuado improvisando y la verdad, es que como no soy actriz, se me da bastante mal.
El caso es, que en los finales siempre hay despedidas. Hay algunas que jamás se leerán, otras que en cuanto sean leídas harán que nazca un sentimiento de ira en el pequeño corazón que también late; otros, simplemente, la leerán, albergaran un poco de último que se pierde y luego, echaran a volar.
No tengo claro que tipo de receptor eres tu, pero eres uno de ellos, eso está claro.
Así que delante de este final, lo único que tengo que decir aparte de un gracias escondido, es que creo, y no me preguntes por que, que algún día pasará algo y nos volveremos a ver; por eso yo lo finalizo todo con un hasta luego.
Se acabó tener que mirar cada dos por tres que haces, que dices; se acabó. Pero bueno, es cierto que alguno de los dos debía o, de cortar esto o actuar; tu ya actuaste una vez así que ya se te agotó tal opción.
Entiendo también que es tarde, que he actuado improvisando y la verdad, es que como no soy actriz, se me da bastante mal.
El caso es, que en los finales siempre hay despedidas. Hay algunas que jamás se leerán, otras que en cuanto sean leídas harán que nazca un sentimiento de ira en el pequeño corazón que también late; otros, simplemente, la leerán, albergaran un poco de último que se pierde y luego, echaran a volar.
No tengo claro que tipo de receptor eres tu, pero eres uno de ellos, eso está claro.
Así que delante de este final, lo único que tengo que decir aparte de un gracias escondido, es que creo, y no me preguntes por que, que algún día pasará algo y nos volveremos a ver; por eso yo lo finalizo todo con un hasta luego.
viernes, 8 de febrero de 2013
Sólo recuerdame, sólo recuerdanos.
El día sin ti ya no es lo mismo y pasa lento
No puedo olvidarte la verdad aunque lo intento
Sigues dentro de mí, siento que sin ti
No puedo con, este sufrimiento.
No puedo olvidarte la verdad aunque lo intento
Sigues dentro de mí, siento que sin ti
No puedo con, este sufrimiento.
Ps. Tu cara no se me olvida, por que estar contigo es lo mejor que he echo en mi vida.
jueves, 7 de febrero de 2013
El amor no es de quien lo espera, si no de quien lo necesita.
Recuerdo cuando volviste y me explicaste como te sentías. La de veces que habías imaginado mi figura tras esa puerta de cristal, mis ojos en los de cientos de personas que deambulaban sin rumbo por la calle.
Lo recuerdo como si me lo estuvieras narrando ahora, con el mismo tono de voz que albergaba miedo, con esas pupilas que parecían inmensas, casi imposibles de abrazar.
Ahora me pregunto qué sientes, qué crees que siento yo. Se nos esfuma la esperanza al igual que el humo del último cigarro que me fumé a tu lado. Nos hemos vuelto más fuertes, quizás un poco más fríos.
Pero nos hemos vuelto lo que somos por lo que fuimos una vez una juntos y quizás, alguna vez de nuevo, volveremos a arrancar el vuelo de la mano.
Quizás para ese entonces tu ya estés enamorado de nuevo de otra sonrisa, de otros labios, de otro cuerpo desnudo bajo la luz de la luna, n(v?)uestra luna. Pero si algo sé, si en algo creo, es en todo lo que no crees tu. En el destino que tu dices que no existe. En eso que dicen que "si un amor es verdadero, podrán pasar miles de noche con miles de estrellas diferentes, que justo en el momento que llegue quien un día fue la luna, se acabará eso de descubrir nuevas constelaciones".
Lo recuerdo como si me lo estuvieras narrando ahora, con el mismo tono de voz que albergaba miedo, con esas pupilas que parecían inmensas, casi imposibles de abrazar.
Ahora me pregunto qué sientes, qué crees que siento yo. Se nos esfuma la esperanza al igual que el humo del último cigarro que me fumé a tu lado. Nos hemos vuelto más fuertes, quizás un poco más fríos.
Pero nos hemos vuelto lo que somos por lo que fuimos una vez una juntos y quizás, alguna vez de nuevo, volveremos a arrancar el vuelo de la mano.
Quizás para ese entonces tu ya estés enamorado de nuevo de otra sonrisa, de otros labios, de otro cuerpo desnudo bajo la luz de la luna, n(v?)uestra luna. Pero si algo sé, si en algo creo, es en todo lo que no crees tu. En el destino que tu dices que no existe. En eso que dicen que "si un amor es verdadero, podrán pasar miles de noche con miles de estrellas diferentes, que justo en el momento que llegue quien un día fue la luna, se acabará eso de descubrir nuevas constelaciones".
Querer demasiado te hace decir estupideces.
Si vives conmigo entenderás que soy capaz de encontrar todos los versos que desordeno en cada punta de tu pelo, que odio que me despierte la luz del sol antes que tus labios se posen en mi frente, que me gusta demasiado no hacer nada mientras te hago todo lo que quieres hipnotizada por esas pupilas demasiados grandes que son capaces de reflejar mi silencio.
No hace falta que te explique entre susurros que soy adicta a comer a las cuatro de la tarde si llevamos des de las doce haciendo el amor, o lo que no es el amor. Y es que tu y yo nos encontramos así, cuando perdidos estamos, entre las piernas que tiritan por el placer desmesurado que provoca tu respiración sobre cada centímetro cúbico que ocupa mi piel reposada en tu almohada. Que delicia me decías mientras me amabas. Cuanto nos prometíamos, cuantos sueños airados, cuantos momentos a los que les faltaba cordura guardo hoy en mi pequeña mitad. Recuerda que la otra te la llevaste aunque fuera yo quien decidiera irme, y regalártela.
Sólo si vives conmigo entenderás que soy capaz de comerte la sonrisa, de luchar para que después de una discusión preparemos un campo de batalla mejor. Sólo si estás, aun que no sea justo ahora y quizás dentro de demasiado tiempo, entenderás que lo mejor de pasar una (o dos) eternidad conmigo es que no habrá tiempo para utilizar la cama como nube de sueños.
No hace falta que te explique entre susurros que soy adicta a comer a las cuatro de la tarde si llevamos des de las doce haciendo el amor, o lo que no es el amor. Y es que tu y yo nos encontramos así, cuando perdidos estamos, entre las piernas que tiritan por el placer desmesurado que provoca tu respiración sobre cada centímetro cúbico que ocupa mi piel reposada en tu almohada. Que delicia me decías mientras me amabas. Cuanto nos prometíamos, cuantos sueños airados, cuantos momentos a los que les faltaba cordura guardo hoy en mi pequeña mitad. Recuerda que la otra te la llevaste aunque fuera yo quien decidiera irme, y regalártela.
Sólo si vives conmigo entenderás que soy capaz de comerte la sonrisa, de luchar para que después de una discusión preparemos un campo de batalla mejor. Sólo si estás, aun que no sea justo ahora y quizás dentro de demasiado tiempo, entenderás que lo mejor de pasar una (o dos) eternidad conmigo es que no habrá tiempo para utilizar la cama como nube de sueños.
miércoles, 6 de febrero de 2013
Un cigarro y un café.
Y tú, ¿acaso mentías sin saberlo?
¿Fue mentira, también,
aquel primer deslumbramiento?
¿Amabas algo en mi que no era yo,
así como yo, quizás,
amaba tu amor, más que a ti mismo?
martes, 5 de febrero de 2013
Dj Vetas.
La reglas están echas para romperlas, como tu camisa o el desgarre de tus labios. Las mentiras para ser creídas y tener cientos de bocas en tus caderas. El sexo se inventó para descubrir tu lengua en mis dedos, y los de ella, y los de el. Las madrugadas se inventaron como despertador mientras que la noche es nuestra carretera. Creo que el deseo está echo para sucumbir a el. Los celos para terminar en una batalla de orgasmos. Los ojos para desnudar cuerpos, para dejarte piel contra piel, de pie.
Y de lo que estoy totalmente segura es que los besos se inventaron para no darlos en la boca, que los dientes sirven para morder orejas y el tiempo, el tiempo está para perderlo. Así que o empiezas a vivir o se te escapa.
lunes, 4 de febrero de 2013
No se que me pasa, no quiero pensar que es de nuevo esto de no tenerte. Quiero vendarme los ojos o encontrar alguna cura para esto.
Me siento pequeña. Pequeña ante un mundo demasiado grande, demasiado nuevo. Quizás yo aun no estoy preparada para coger toda mi vida y lanzarla por los aires. No puedo. Me da miedo.
No encuentro que palabras podrían justificar lo que siento, el problema es, que no me encuentro. No me encuentro en la sonrisa que yo quiero estar, pues no me sirve de nada que el deseo de mis labios estén en algunas bocas. No me sirve de nada puesto que mis deseo no se cumplen, que yo no sano, ni contigo ni sin ti.
Hoy y ahora, es uno de esos momentos en lo que ni siquiera dormir me ayuda. Para que dormir con la soledad que me recuerda mi partida, tu ausencia y de nuevo todo lo que ya no somos.Yo que se. Yo solo se que hoy es uno de esos días en los que desearía no haberme enamorado de ti en mi vida.
En los que quizás me dirías que coja el teléfono y que con un par de risas todo se me cura, pero no. Esta vez no. Esta vez es algo peor.
Me siento tan perdida...
Me siento pequeña. Pequeña ante un mundo demasiado grande, demasiado nuevo. Quizás yo aun no estoy preparada para coger toda mi vida y lanzarla por los aires. No puedo. Me da miedo.
No encuentro que palabras podrían justificar lo que siento, el problema es, que no me encuentro. No me encuentro en la sonrisa que yo quiero estar, pues no me sirve de nada que el deseo de mis labios estén en algunas bocas. No me sirve de nada puesto que mis deseo no se cumplen, que yo no sano, ni contigo ni sin ti.
Hoy y ahora, es uno de esos momentos en lo que ni siquiera dormir me ayuda. Para que dormir con la soledad que me recuerda mi partida, tu ausencia y de nuevo todo lo que ya no somos.Yo que se. Yo solo se que hoy es uno de esos días en los que desearía no haberme enamorado de ti en mi vida.
En los que quizás me dirías que coja el teléfono y que con un par de risas todo se me cura, pero no. Esta vez no. Esta vez es algo peor.
Me siento tan perdida...
A la mierda las palabras bonitas.
El diablo se viste de Prada. Una mierda, el diablo se viste de morena, con pelo largo, con un cigarro entre la boca y unas ganas locas de comerte a cachitos pequeños.
Y yo aquí, con ganas de tirar de arriba a bajo del balcón al cachorro ese que solo atrae a un público bastante selecto, por no decir un público bastante alagartado. Y yo aquí con unas ganas de decapitar al diablo y quemarlo que vamos, ni lo que te quiero me impediría hacerlo.
Pd. (mejor no escribo nada).
Y yo aquí, con ganas de tirar de arriba a bajo del balcón al cachorro ese que solo atrae a un público bastante selecto, por no decir un público bastante alagartado. Y yo aquí con unas ganas de decapitar al diablo y quemarlo que vamos, ni lo que te quiero me impediría hacerlo.
Pd. (mejor no escribo nada).
domingo, 3 de febrero de 2013
Los recuerdos me guiaron.
Voy a intentar dejarte atrás o cambiar los recuerdos de sitio. Debo dejar de pasar tantas veces por tu calle, diciéndome a mi, que tan solo lo hago porque es el único camino que conozco para llegar al final de todo esto. Debo dejar de fijarme en si las luces de tu comedor están encendidas y, si por casualidad, hay alguna sombra que delate tu figura y mi paz. Digo que debo dejar de pensar en ti, por que así en la única manera que tengo de escribirte, de justificarme. Supongo que si digo que debería olvidarte, en el fondo, o no tan en el fondo, ya estoy hablando de tus ojos y de nuestra historia, y eso es lo que importa; hablar de ti, así jamás podrás morir.
Se que estoy arrancándome todos los puntos que un día el tiempo cosió en mis heridas. Se que estoy arrancándome también, todas las tiras de piel que llevan tu nombre, pero a este paso, voy a quedarme en los huesos. Se que estoy torturándome y debo, esta vez me exijo, parar.
Tu quizás ya hayas dejado el vicio de mirar la luna, por eso te informo de que ayer no estaba llena del todo, supongo que le faltaba algo.
Se que estoy arrancándome todos los puntos que un día el tiempo cosió en mis heridas. Se que estoy arrancándome también, todas las tiras de piel que llevan tu nombre, pero a este paso, voy a quedarme en los huesos. Se que estoy torturándome y debo, esta vez me exijo, parar.
Tu quizás ya hayas dejado el vicio de mirar la luna, por eso te informo de que ayer no estaba llena del todo, supongo que le faltaba algo.
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