Quiero que sepáis o mejor que sólo tu lo sepas, que lo he intentado. De veras lo he echo. Te he desbloqueado de todos sitios, he escrito cientos de palabras estúpidas sobre un teclado pero no, no te las he enviado. Estoy concienciada, esta vez no digo que lo se para que algo quede bonito, esta vez es cierto, sé a ciencia cierta que ya es tarde. Pero que más da ya, será por minutos que tiene este día, por horas que ya se han quedado atrapadas entre las manecillas de mis semanas. Será por el tiempo que pasamos separados que yo ya me doy cuenta que esto, esto que yo hice, esto que tu hiciste, ya no es nuestro y pronto pasará a ser la historia de nuestra primera estrella. (yo te quería como Luna.)
Si estuviera un poco menos cuerda hoy o mañana, (no mañana no, que para ti San Valentín no era nada, mientras que yo moría por un detalle) me plantaría con mis palabras dentro de una maleta y te diría, sin reparos "quedatelá, quédate todas las palabras, todas las promesas que no cumplí. Quédate mis labios que no fueron capaces de hacerte feliz, préstame los tuyos que tampoco lo hicieron. Quédate con todo, pero tu, tu vente conmigo y hazme desdichada toda la vida."
Pero debería de estar un poco menos ceñida a la realidad, debería tener un poco menos de miedo y sí, ya se que todo es bastante ilógico, pero por cada segundo que suma una esperanza que resta y, en relación, vas abriendo poco a poco las alas.
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